Morelia, MICH. El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, responsabilizó a los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto por el deterioro de la seguridad en el estado, al considerar que sus respectivas administraciones generaron condiciones que aún afectan gravemente a la entidad.
En conferencia de prensa, el mandatario señaló que la violencia actual en Michoacán es consecuencia directa de decisiones tomadas durante sus sexenios.
La información fue publicada por el portal Infobae, el cual destacó que Ramírez Bedolla recordó cómo en 2006, durante el gobierno de Calderón, se lanzó la llamada “guerra contra el narcotráfico”, acción que calificó como el punto de partida para la escalada de violencia en la región. “Vivimos ese momento, todos los michoacanos lo recordamos. Fue evidente que aquella decisión tuvo un resultado negativo”, aseguró.
Asimismo, el gobernador criticó la respuesta del gobierno de Peña Nieto, al que acusó de haber actuado con negligencia ante la crisis. “Se anunciaron miles de millones de pesos que nunca llegaron y se envió a lo que todos conocemos como ‘el Virrey’, con poderes plenipotenciarios, lo cual resultó una catástrofe”, declaró Bedolla, en alusión a la designación del comisionado federal durante ese sexenio.
En contraste, defendió la estrategia actual liderada por la presidenta Claudia Sheinbaum, bajo el esquema del Plan Michoacán, que contempla una coordinación estrecha entre los tres niveles de gobierno, organizaciones sociales y el sector privado.
Señaló que este modelo incorpora un seguimiento quincenal encabezado directamente por la mandataria federal, así como recursos mixtos y federales para fortalecer las capacidades locales. “Ahora hay una acción inmediata, con sensibilidad y trabajo conjunto. El objetivo es que los recursos lleguen y se cumpla lo planeado”, afirmó.
Las declaraciones de Bedolla se dan en un contexto de violencia creciente tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y del líder limonero Bernardo Bravo, hechos que han generado protestas y condenas a nivel nacional.
Carlos Manzo, quien ganó la presidencia municipal de Uruapan como candidato independiente en 2024, había tenido varios enfrentamientos públicos con el gobernador Ramírez Bedolla. En uno de los videos que circularon antes de su asesinato, Manzo lo acusó de traicionar los ideales del obradorismo y de proteger a personajes que había criticado durante su campaña. También denunció que Uruapan estaba cercado por grupos armados, plagado de fosas clandestinas y desapariciones, sin atención efectiva del gobierno estatal.
En otro video difundido de forma póstuma, Manzo culpó directamente a Felipe Calderón por el origen de la violencia. En una intervención en la Cámara de Diputados, el alcalde aseguró que la tragedia empezó el 11 de diciembre de 2006, cuando Calderón decidió militarizar el país, en referencia al inicio formal del combate frontal contra el narcotráfico.
Con este posicionamiento, Ramírez Bedolla buscó deslindarse de las decisiones del pasado y respaldar la nueva estrategia federal que, según él, sí apunta a recuperar la paz en Michoacán mediante coordinación efectiva y recursos aplicados con transparencia.
Familiares del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, como su tío Adalberto Fructuoso Comparán Rodríguez –alias ‘El Fruto’– y su primo Adalberto Comparán Bedolla, han sido vinculados por autoridades de Estados Unidos a la organización criminal Cárteles Unidos y procesados por delitos de tráfico de metanfetaminas y lavado de dinero, aunque no existe hasta ahora acusación penal directa contra el gobernador.
Con información de Más Información.

