Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump puso en duda la capacidad real del gobierno mexicano para enfrentar el crimen organizado y sugirió que el poder efectivo en el país está en manos de las organizaciones criminales, no de la administración federal. “México está dirigido por los cárteles”, pese a considerar a la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum como “una mujer estupenda, increíble en ciertos aspectos, muy elegante y hermosa”, expuso.
Las declaraciones del jefe del Ejecutivo estadounidensese fueron realizadas en una entrevista con el medio Daily Caller y el periodista Reagan Reese.
Trump sostuvo que mantiene una buena relación personal con Sheinbaum, pero contrastó su valoración con la afirmación de que “México está dirigido por los cárteles”. Esa narrativa, que ha sostenido de manera reiterada en los últimos años, se ha convertido en uno de los ejes principales de su política hacia el país vecino y se inscribe dentro de un discurso de seguridad que busca justificar medidas más agresivas en la frontera sur.
En ese contexto, Trump también aseguró que ofreció enviar tropas estadounidenses a México para combatir al narcotráfico, propuesta que habría sido rechazada por Sheinbaum. “Le he ofrecido enviar al ejército, pero ella no quiere que lo hagamos”, dijo el presidente estadounidense.
Al ser cuestionado por el motivo de esa negativa, Trump respondió: “Porque tiene miedo”, y añadió: “Ella está muy asustada”. De esa forma, vinculó el rechazo a una supuesta incapacidad del gobierno mexicano para actuar frente al poder de los grupos criminales.
Estas declaraciones se producen a solo unos días de la primera visita oficial del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a México. El encuentro con la presidenta Sheinbaum está programado para el 3 de septiembre, y uno de los principales temas en la agenda será la cooperación en materia de seguridad, con énfasis en el tráfico de fentanilo y armas. La tensión entre ambas posturas ha quedado delineada con claridad tras las expresiones públicas de ambos gobiernos.
Durante su conferencia matutina del 2 de septiembre, Sheinbaum respondió a las afirmaciones del mandatario estadounidense y descartó cualquier posibilidad de intervención armada. “El combate al crimen organizado es muy complejo”, señaló. Aclaró que se ha estado trabajando en un entendimiento bilateral de seguridad basado en respeto a la soberanía. “¿Qué planteamos nosotros? Que esta colaboración debe ser cada quien en su territorio (…). Una colaboración para información, para inteligencia. Ellos en su territorio, nosotros en nuestro territorio”, explicó.
La presidenta también reafirmó que el gobierno mexicano está comprometido con una estrategia de combate al crimen desde el fortalecimiento de las instituciones y no a través de medidas de fuerza impuestas desde el exterior. En contraste, Trump ha señalado que el problema del crimen organizado ha alcanzado un nivel que rebasa la capacidad de respuesta del gobierno mexicano, y ha equiparado la situación en México con la de ciudades estadounidenses gobernadas por alcaldes demócratas, a las que califica como “más peligrosas”.
En Estados Unidos, la narrativa de Trump ha sido respaldada por acciones legales como la reciente sentencia por narcoterrorismo en contra de una integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Se trata del primer caso en que se aplica ese tipo penal a miembros del crimen organizado mexicano, lo que marca un precedente en el enfoque judicial estadounidense hacia los cárteles.
En el centro de esta tensión se encuentra Claudia Sheinbaum, quien asumió la presidencia en medio de expectativas sobre un viraje en la política de seguridad. Aunque Trump se refirió a ella en términos elogiosos, también la colocó como una figura simbólica de un gobierno que, según su versión, no controla el territorio nacional. “México está dirigido por los cárteles”, repitió.
La visita de Rubio será determinante para establecer el tono futuro de la cooperación entre ambos países. Desde Washington se impulsa una estrategia más directa, mientras que México insiste en que la colaboración debe respetar la soberanía y la legalidad interna. La posición de Trump, aunque aún no oficial, podría condicionar las expectativas del gobierno estadounidense hacia los acuerdos bilaterales en materia de seguridad.
En este escenario, el contraste entre la imagen pública de Sheinbaum –destacada por Trump por su liderazgo– y las condiciones de violencia atribuidas a los cárteles por el propio mandatario estadounidense, ha generado un mensaje contradictorio. “Sheinbaum es increíble”, pero, en palabras de Trump, “a México lo dirige el crimen”. Con esta frase, el presidente de Estados Unidos colocó en entredicho la eficacia institucional del gobierno mexicano frente al narcotráfico, justo antes del reinicio formal de la relación de seguridad entre ambas naciones.
Con información de Más Información.