Arizona. La peste, esa palabra que parece arrancada de los libros de historia, ha vuelto a cruzar la puerta. En el norte de Arizona, una persona murió tras contraer esta infección milenaria. En pleno 2025, el miedo a una enfermedad que marcó el curso de la humanidad vuelve a sentirse real.

Según confirmaron autoridades de salud del condado de Coconino, el paciente falleció a causa de una forma avanzada de peste —probablemente bubónica— días después de que se reportara una inusual mortandad de perros de las praderas en la región. Esta alerta biológica ya estaba siendo monitoreada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y ha sido reportada ampliamente por medios.

¿Qué es la peste y por qué sigue activa en EE.UU.?

Aunque muchos creen que la peste pertenece a una era medieval de oscuridad y superstición, la bacteria Yersinia pestis sigue circulando en zonas rurales de Estados Unidos, particularmente en el suroeste, donde roedores silvestres como ardillas, ratas y perros de las praderas actúan como reservorios naturales.

La peste puede presentarse en tres formas principales:

Bubónica (la más común): causa inflamación dolorosa de ganglios linfáticos

Septicémica: afecta la sangre y puede causar shock

Neumónica: se transmite por vía aérea y es la más peligrosa

Las autoridades aún no confirman si la víctima en Arizona contrajo la forma neumónica o septicémica, pero sí señalaron que la transmisión se dio probablemente tras el contacto con un animal infectado o su pulga.

Arizona y el suroeste: un mapa donde la peste nunca se fue

Cada año, el CDC registra entre 5 y 15 casos de peste humana en EE.UU., la mayoría en estados como Arizona, Nuevo México, Colorado y California. Aunque parezca increíble, la enfermedad es endémica en algunas regiones del oeste estadounidense, donde las condiciones naturales permiten la circulación de la bacteria en pequeños mamíferos y sus parásitos.

En el caso reciente de Arizona, la muerte de la persona ocurrió poco después de que se detectara una muerte masiva de perros de las praderas, una especie que alerta posibles brotes de peste, debido a su alta susceptibilidad a la infección.

«Cuando los perros de las praderas mueren de forma repentina, sabemos que Yersinia pestis está presente. Es un patrón que hemos observado antes”, dijo un funcionario del Departamento de Salud de Arizona.

¿Es posible un brote? Lo que dice la ciencia

Aunque el término “peste” despierta alarmas, los expertos coinciden: el riesgo de un brote masivo es bajo si se detecta y trata a tiempo. La peste es altamente tratable con antibióticos modernos, especialmente si se administra en las primeras 24 a 48 horas tras el inicio de los síntomas.

Los síntomas incluyen:

Fiebre alta repentina

Ganglios inflamados y dolorosos (bubones)

Dolor muscular

Fatiga extrema

En casos graves: dificultad para respirar y shock

Según Cleveland Clinic, sin tratamiento, la peste puede ser fatal en más del 60 % de los casos bubónicos y en casi el 100 % de los neumónicos. Por eso, la atención médica temprana marca la diferencia entre la vida y la muerte.

Cómo protegerte si vives o viajas a zonas de riesgo

Los expertos recomiendan tomar medidas preventivas simples pero efectivas:

Evitar el contacto con animales silvestres muertos o enfermos

No tocar roedores, ardillas o perros de las praderas, ni permitir que mascotas lo hagan

Usar repelente de insectos si se está en zonas rurales o con presencia de pulgas

Mantener a las mascotas en casa o bajo control

Revisar periódicamente las áreas exteriores del hogar en busca de madrigueras o signos de roedores

Además, si notas síntomas similares a una infección fuerte tras estar en contacto con la vida silvestre, acude de inmediato al hospital y menciona tu exposición potencial a la peste. Un diagnóstico rápido puede salvarte la vida.

La peste no es historia: es una amenaza latente

En tiempos de sobreinformación y pandemias virales recientes, es fácil pensar que sabemos todo sobre las amenazas invisibles. Pero enfermedades como la peste nos recuerdan que la naturaleza sigue siendo impredecible y que las bacterias milenarias no desaparecen por decreto.

Este caso en Arizona no es solo una estadística médica. Es una llamada de atención a la vigilancia epidemiológica, la educación comunitaria y el respeto por los ecosistemas donde convivimos con especies que, aunque pequeñas, pueden cargar con microorganismos letales.

La muerte por peste en Arizona es real, pero no motivo de pánico. Lo que se necesita es información clara, acción local y conciencia individual. Si vives cerca de zonas rurales o planeas visitar áreas silvestres del suroeste de EE.UU., infórmate, protégete y cuida a tus mascotas.

Y ante cualquier síntoma sospechoso, acude de inmediato con un profesional de la salud. En casos donde se considere el uso de medicina natural o alternativa, nunca debe sustituirse la consulta médica, especialmente ante una posible infección grave como la peste.

Con información de Excelsior.