Salina Cruz, OAX. El reciente descarrilamiento del Tren Interoceánico, ocurrido el fin de semana pasado, no solo encendió las alarmas sobre las condiciones de operación de esta obra emblemática sino que también revivió los señalamientos sobre el presunto involucramiento de Gonzalo Alfonso López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, en una red de tráfico de influencias ligada a su construcción.

Las acusaciones, documentadas originalmente por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) en abril de 2024, apuntan a que Gonzalo Alfonso López Beltrán –conocido ‘Bobby’– como habría facilitado negocios millonarios a uno de sus amigos más cercanos: Jorge Amílcar Olán Aparicio.

En una serie de audios obtenidos por MCCI, Olán Aparicio relata cómo recibió apoyo de López Beltrán para explotar minas en Oaxaca, con el propósito de proveer balasto –la piedra triturada usada en la base de las vías férreas– tanto para el Tren Maya como para el propio Tren Interoceánico. “Bobby me dijo que nos van a dar un frente en unas minas allá por Oaxaca (…) Que nosotros las explotemos”, se escucha decir a Olán, quien agrega que él sería quien metería todo el dinero. En las mismas grabaciones, afirma que el hijo del entonces presidente fue instruido por su padre para supervisar las obras del Tren Interoceánico.

Estos audios, además, exponen un entorno de presunta complicidad con grupos criminales. Un interlocutor de Olán asegura contar con el respaldo de ‘el Tanque’, supuesto líder de una organización delictiva que opera en la región sur de Veracruz, colindante con Oaxaca. Estas menciones refuerzan las sospechas sobre la protección que habría rodeado los negocios del balasto, esencial para la operación de los trenes.

El descarrilamiento del tren vuelve a poner en duda la calidad de los materiales y los procesos de supervisión empleados en la obra, en especial cuando los audios revelan que ‘Bobby’ le habría exigido a Olán producir grandes volúmenes de balasto en tiempos reducidos: “Tienes que producir 500 mil metros cúbicos de aquí al 30 de noviembre (…) si tienes que meter más máquinas, ese es tu pedo”.

En su momento, el presidente López Obrador negó categóricamente cualquier participación de sus hijos en los negocios relacionados con el Tren Maya o el Tren Interoceánico. “Falso. ¿Dónde están las pruebas? Ninguna”, declaró el 3 de abril de 2024 en su conferencia matutina. No obstante, los documentos y grabaciones obtenidos por MCCI siguen circulando como evidencia de un entramado de privilegios y beneficios obtenidos al amparo del poder.

Amílcar Olán Aparicio, amigo de los hijos del expresidente desde hace más de una década, ha sido una figura recurrente en reportajes sobre contratos públicos entregados a empresas bajo su control. Su trayectoria como empresario dio un giro radical durante el sexenio de López Obrador: pasó de dedicarse al negocio de azulejos a recibir más de 490 millones de pesos en contratos con gobiernos de Morena en Quintana Roo y Tabasco entre 2020 y 2022, a través de la empresa Romedic SA de CV, dedicada a la venta de medicamentos pese a no cumplir con la regulación sanitaria según Cofepris.

Además, Olán compró terrenos estratégicos a precios extremadamente bajos. Uno de ellos, de 18 hectáreas, se encuentra a escasos seis kilómetros de la Refinería de Dos Bocas y fue adquirido por apenas un millón de pesos, días antes de que López Obrador colocara la primera piedra de la obra. A finales de 2023, el predio ya era rentado por ICA Fluor, empresa contratista de la refinería. Otro terreno de mil metros cuadrados en Villahermosa fue adquirido por 1.5 millones de pesos, proveniente de un empresario que también ha sido beneficiado con contratos de Pemex.

Las repercusiones del reciente accidente ferroviario vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de esclarecer el verdadero origen de los materiales y contratos que sostienen las obras insignia del sexenio pasado. Más allá de los discursos, el Tren Interoceánico no solo carga con vagones, sino también con el peso de presuntas redes de corrupción donde los apellidos presidenciales aparecen en los lugares menos esperados.

Con información de Más Información.