CDMX. Mientras que Estados Unidos y Canadá comienzan a registrar una disminución en las muertes por sobredosis de fentanilo, México enfrenta un incremento en el consumo de esta droga sintética, según revela el Informe Mundial sobre las Drogas 2025 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), publicado el miércoles.
“Tanto en Estados Unidos como en Canadá se observaron indicios iniciales de disminución en el número de muertes en la segunda mitad de 2023 y en 2024. En México, en cambio, el fentanilo provocó un aumento significativo en el número de casos de personas en tratamiento y atención por trastornos por consumo de drogas entre 2018 y 2023″, menciona el documento presentado en Ginebra.
A diferencia de la tendencia descendente en los decesos observada en la segunda mitad de 2023 y lo que va de 2024 en América del Norte, el informe subraya que el país enfrenta una creciente crisis de salud pública vinculada al consumo de opioides sintéticos.
México de los que más producen drogas
En 2023, se registraron en México 132 mil 438 tratamientos por abuso de sustancias, de los cuales 65.9% corresponden a metanfetamina, seguidos por marihuana (18%) y cocaína (9.1%). En 2020, los tratamientos totales apenas superaban los 71 mil casos, lo que evidencia una duplicación en apenas tres años. Este fenómeno afecta particularmente a los hombres, según indica el informe.
Además del fentanilo, las metanfetaminas mexicanas están ganando terreno a nivel global. El reporte identifica a México y Myanmar como los principales centros de fabricación de esta droga, abasteciendo a mercados clave como América del Norte y el Sudeste Asiático.
“América del Norte y Asia Oriental y Sudoriental siguen siendo los mercados de metanfetamina más grandes y activos, representando casi el 80 por ciento de las 482 toneladas de metanfetamina incautadas a nivel mundial en 2023”.
12 millones de dólares y van por Oceanía
El informe calcula que la producción y tráfico de metanfetamina genera ganancias anuales estimadas en 12 mil millones de dólares para los cárteles, que además controlan comunidades enteras en sus respectivas regiones de operación. En Oceanía, también se ha detectado una creciente presencia de metanfetamina mexicana, lo que indica una expansión transcontinental.
Las incautaciones de esta droga, aunque disminuyeron entre 2021 y 2024, aún reflejan una alta disponibilidad. Por otro lado, las del fentanilo mostraron una tendencia creciente desde 2015, alcanzando 19.5 toneladas en 2023, principalmente en Estados Unidos, donde la mayoría tuvo origen en México.
Además, el informe advierte que las drogas sintéticas como el fentanilo y la metanfetamina están transformando el mercado mundial por su bajo costo, alta potencia y facilidad de fabricación, en comparación con drogas tradicionales como la marihuana o la cocaína.
La marihuana en primer lugar
Más de 320 millones de personas consumieron drogas ilícitas en el último año, un 23% más que en 2015. La marihuana se mantiene como la sustancia más usada (244 millones), seguida por los opioides (61 millones), anfetaminas (30 millones), cocaína (25 millones) y éxtasis (21 millones).
63 millones con trastornos por el uso de droga
El documento también revela que en 2023 hubo alrededor de 63 millones de personas con trastornos por consumo de drogas, pero solo una de cada doce recibió tratamiento. La brecha de atención es aún mayor entre las mujeres: solo una de cada 18 tuvo acceso a servicios médicos.
El impacto es significativo: en 2021, el consumo de drogas provocó casi 500 mil muertes y 28 millones de años de vida saludable perdidos (AVAD). La ONUDD subraya que el acceso a la salud es un derecho humano, aún no garantizado para poblaciones vulnerables como personas en prisión, migrantes o quienes viven en pobreza extrema.
Finalmente, el informe hace hincapié en la diversificación del mercado de drogas y el aumento del riesgo para jóvenes y sectores empobrecidos. También advierte sobre la expansión del tráfico de cocaína en Asia y África, acompañado por un repunte de la violencia, especialmente en Europa Occidental, impulsado por grupos criminales de los Balcanes.
En este contexto de inestabilidad, México no solo se consolida como productor clave de metanfetamina y fentanilo, sino también como un epicentro emergente del consumo interno, con implicaciones graves para la salud pública y la seguridad nacional.
Con información de Emeequis.