Recientemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una serie de polémicas declaraciones sobre un supuesto vínculo entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo infantil, que han generado una nueva ola de controversia en el ámbito médico y científico.
Trump instó públicamente a las mujeres embarazadas a evitar el uso de Tylenol, nombre comercial del paracetamol en EU, lo que provocó reacciones inmediatas por parte de organismos internacionales y especialistas en salud mental, neurodesarrollo e inmunología.
¿Qué dicen los organismos internacionales?
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) desmintieron la supuesta relación entre el paracetamol y el autismo.
La EMA fue clara:
“La evidencia disponible no ha encontrado ningún vínculo entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo”.
El organismo europeo aclaró que no existen nuevos datos que justifiquen cambiar las recomendaciones actuales y subrayó que el medicamento puede seguir utilizándose, siempre bajo supervisión médica y en la dosis y frecuencia más bajas posibles.
La OMS, por su parte, reafirmó que la evidencia sobre este tema sigue siendo inconsistente, e hizo un llamado a confiar en la ciencia, especialmente en lo que respecta a vacunas y tratamientos seguros:
“Sabemos que las vacunas no causan autismo. Las vacunas salvan innumerables vidas. Esto es algo que la ciencia ha demostrado y no debería cuestionarse”, dijo Tarik Jašarević, portavoz de la organización.
¿Qué opinan los especialistas?
Los expertos coinciden en que no hay evidencia concluyente que relacione el uso de paracetamol durante el embarazo con el desarrollo de trastornos del espectro autista (TEA).
“Hoy, según los estudios que existen, no termina de ser clara la asociación entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo. Los resultados son contradictorios y no concluyentes”, afirmó la psiquiatra infantil Alexia Rattazzi.
Rattazzi recomendó limitar el uso del medicamento, como ocurre con cualquier fármaco durante la gestación, pero sin caer en el alarmismo.
Por su parte, el neuropsiquiatra Christian Plebst destacó que el autismo es un fenómeno mucho más complejo que una simple causa única:
“Más que un diagnóstico médico, es un fenómeno social muy complejo. El diagnóstico afecta hoy a uno de cada 31 niños. Esto exige salir de la polarización entre causas genéticas y factores externos, como el paracetamol”.
¿Qué dice la evidencia científica?
Estudios a gran escala han analizado esta posible relación sin encontrar pruebas concluyentes.
Un análisis del Instituto Karolinska (Suecia) y la Universidad de Drexel (EU) revisó datos de 2.4 millones de niños nacidos entre 1995 y 2019.
“No observamos ningún aumento del riesgo de TDAH, autismo o discapacidad intelectual en los niños que pudiera atribuirse al uso de paracetamol durante el embarazo”.
Aunque estudios previos han sugerido asociaciones, no han demostrado causalidad, incluso la FDA ha reconocido que, si bien algunos estudios reportan un aumento relativo de ciertos síntomas en niños expuestos, no existe una relación causa-efecto comprobada, y el debate sigue abierto.
El paracetamol sigue siendo uno de los analgésicos más seguros durante el embarazo, especialmente para tratar fiebre o dolor, condiciones que, sin tratamiento, sí pueden representar un riesgo real para madre y bebé.
Con información de Excélsior.