Washington. El 56% de los estadounidenses está a favor de ampliar el muro en la frontera con México, según la más reciente encuesta del Centro de Investigaciones Pew, realizada entre el 2 y el 8 de junio.
Esta cifra representa un aumento significativo respecto al 46% registrado en 2019 y refleja un creciente respaldo a una de las principales banderas políticas del presidente Donald Trump, quien ha centrado gran parte de sus primeros cinco meses de gobierno en la política migratoria.
El apoyo al muro sigue siendo elevado entre los republicanos, con 88% de respaldo, mientras que entre los demócratas el nivel de aprobación, aunque bajo, creció del 14% al 27% en seis años. Este incremento en el respaldo al muro ocurre en un contexto de mayor polarización en torno a la política migratoria y las recientes medidas implementadas por la actual administración.
A pesar del respaldo mayoritario al muro, la política migratoria general del gobierno no cuenta con el mismo nivel de aprobación.
El 47% de los ciudadanos percibe negativamente la ofensiva antiinmigración impulsada desde el Ejecutivo, frente a 42% que la respalda. Las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en lugares de trabajo, restaurantes y tribunales han generado una desaprobación del 54% de los encuestados.
El 50% de los estadounidenses considera que la administración Trump no ha sido cuidadosa en la deportación de migrantes indocumentados, mientras que solo el 39% opina que el enfoque ha sido adecuado. Las operaciones más agresivas de ICE en ciudades como Los Ángeles, que incluyeron el despliegue de la Guardia Nacional y marines, desataron masivas protestas encabezadas por plataformas como No Kings.
Las opiniones sobre estas políticas están marcadamente influenciadas por la afiliación partidista. El 78% de los republicanos y simpatizantes aprueban la política migratoria del gobierno, mientras que el 81% de los demócratas la desaprueba. Entre los demócratas, un 63% expresa una desaprobación firme.
Además, 60% de los estadounidenses se opone a la suspensión de solicitudes de asilo, y una proporción similar rechaza la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS), que ha permitido residir legalmente a migrantes de países como Venezuela y Haití. Contrario a las medidas tomadas por la administración, 65% de los encuestados apoya la legalización de personas indocumentadas, y 36% considera que deberían ser elegibles para la ciudadanía si cumplen ciertos requisitos.
Las justificaciones del gobierno para la deportación masiva incluyen el argumento de que los migrantes sin documentos abusan de los recursos públicos y representan un riesgo criminal. Sin embargo, estudios y expertos han señalado que estas personas no tienen acceso a beneficios federales como salud o subsidios, pero sí contribuyen con impuestos.
Las asociaciones empresariales han advertido sobre las consecuencias económicas de estas políticas, incluyendo escasez de mano de obra, aumento en los precios y problemas en el suministro de productos. La encuesta de Pew muestra que 53% de los encuestados cree que estas políticas costarán más a los contribuyentes, frente a 29% que espera ahorro. Asimismo, 46% considera que debilitarán la economía, mientras que un 34% piensa que la fortalecerán.
El uso de fuerzas de seguridad estatales y locales para colaborar con ICE divide a la opinión pública: el 50% lo aprueba y el 49% lo desaprueba. La administración ha promovido acuerdos con los estados para obligar a las policías locales a colaborar con las autoridades migratorias, amenazando con sanciones a las jurisdicciones santuario que se niegan a participar.
En medio de estas tensiones, el índice de aprobación de Donald Trump se mantiene en el 41%, una cifra constante en los últimos meses, aunque menor que al inicio de su mandato. El muro fronterizo, sin embargo, sigue siendo uno de los elementos más simbólicos y divisivos del actual gobierno, reflejando un país dividido en sus políticas y percepciones sobre la migración.
Con información de Más Información.