¿Abandono con abandono se paga? ¡Pobre Andrea Chávez!
Lo que pretendía ser una demostración de fuerza política terminó convirtiéndose en una clara señal de rechazo para la senadora morenista Andrea Chávez. Su posada navideña, organizada en Delicias con la expectativa de reunir a más de cuatro mil asistentes, no logró congregar ni a 300 personas.
El bajo aforo reflejó el profundo malestar que persiste entre los productores agrícolas, quienes responsabilizan a la legisladora por apoyar la recién aprobada Ley de Aguas Nacionales, considerada por el sector como una medida que golpea directamente su capacidad de trabajo y la seguridad hídrica del estado.

Durante el evento, el ambiente estuvo marcado por el repudio y los reclamos. Varios productores recordaron que fue la propia senadora quien los acusó públicamente de “abusivos” y de acaparar agua, cuando —afirman— su único interés es poder seguir trabajando sus tierras. Esa narrativa, dicen, terminó por romper cualquier puente de diálogo.
En un punto visible del recinto fue colocada una manta con críticas explícitas hacia Chávez, reflejando el rechazo abierto del sector agropecuario. La imagen se convirtió en símbolo del ánimo general y de la distancia que ha generado su postura legislativa.
Productores advierten que esta es solo la primera muestra del costo político que tendrá su voto a favor de la reforma. Señalan que el campo no olvidará lo que llaman “la traición” de la senadora y anticipan que la inconformidad crecerá conforme avancen los efectos de la nueva ley.
Con este episodio, queda claro que el desgaste entre Andrea Chávez y los productores del estado apenas comienza. El tiempo mostrará el alcance del distanciamiento que se ha abierto entre la legisladora y quienes, aseguran, deberían haber sido escuchados antes de aprobar la reforma.
Pobre senadora de Morena, le llegó un golpe de realidad a lo que se enfrentaría en 2027, así que es hora de irle midiendo el agua a los camotes si pretende ser la candidata de Morena y sus aliados para el Gobierno del Estado, habrá que aplicar una barredora (¡Gulp!) a la estrategia que maneja.


