Burbank. En el anticipado evento CyberCab, de Tesla, que se celebrará esta noche en los estudios Warner Brothers, el CEO de la compañía, Elon Musk, presentará el modelo que se convertirá en la base de su flota de taxis autónomos.
El modelo, denominado “We, Robot”, promete resaltar las oportunidades financieras de este nuevo negocio para Tesla, en un intento por entusiasmar a inversores y al público, tras un año en el que las ventas de vehículos eléctricos de la compañía han mostrado señales de desaceleración.
A pesar del espectáculo de Hollywood que rodea el anuncio, la falta de avances públicos en la conducción autónoma de Tesla sigue siendo una preocupación significativa. Desde 2019, la empresa dejó de proporcionar informes a la autoridad de tránsito de California (DMV), una fuente clave sobre el progreso de la industria, y no ha compartido información detallada con expertos ni medios de comunicación.
A esto se suma el continuo escrutinio de los reguladores sobre su software de piloto automático y conducción autónoma total (Full Self-Driving o FSD), el cual ha mostrado fallos técnicos que alejan la posibilidad de cumplir con las ambiciosas metas de Musk en el futuro cercano.
La profesora Missy Cummings, de la Universidad George Mason y experta en inteligencia artificial, fue contundente al respecto: “Tesla no es un candidato serio para aplicaciones reales de conducción autónoma. Creo que, como mínimo, faltan 10 años para que se implementen esas operaciones”.
Mientras tanto, la competencia en el sector de los taxis autónomos parece estar liderada por Waymo, la subsidiaria de Alphabet, que opera sin intervención humana en ciudades como Phoenix, San Francisco y Los Ángeles, gestionando más de 100,000 viajes pagos a la semana. Aunque sus vehículos aún exhiben comportamientos extraños y enfrentan situaciones problemáticas en las calles, han evitado los accidentes graves que sí han afectado a otros programas rivales, como Uber y Cruise, así como los choques mortales relacionados con el sistema de Tesla.
Dmitri Dolgov, codirector ejecutivo de Waymo, subraya la importancia de la seguridad como principio primordial de su programa de robotaxis. “Continuamente elevamos el nivel del rendimiento del sistema y el rigor de nuestra evaluación”, afirmó.
Waymo ha invertido más de 10 mil millones de dólares en su proyecto desde su creación en 2009, y aunque no es aún un negocio rentable, se espera que sus ingresos alcancen los 100 millones de dólares este año, según estimaciones de Forbes.
En contraste, Tesla ha seguido un enfoque más económico, apostando por recopilar datos de conducción a través de sus clientes y utilizando únicamente cámaras como sensores en lugar de sistemas más robustos como los de Waymo, que emplean un conjunto más amplio de herramientas, incluyendo lidar láser, radares y cámaras avanzadas.
Según el profesor Bart Selman, de la Universidad de Cornell, este enfoque más limitado podría comprometer la seguridad de los vehículos autónomos de Tesla, ya que cualquier forma de control autónomo es tan buena como la información sensorial que se le proporciona.
A pesar de las críticas y los desafíos técnicos, Musk continúa prometiendo que los robotaxis jugarán un papel crucial en el futuro de Tesla. En una conferencia con accionistas en julio, declaró que el valor de Tesla es, en gran medida, la autonomía, instando a los inversores que no crean en la capacidad de la empresa para resolver el problema de la conducción autónoma a vender sus acciones.
Sin embargo, los analistas de la industria, como Karl Brauer de iSeeCars, son más escépticos respecto al impacto inmediato de los robotaxis en las finanzas de Tesla. “Por muy emocionante que sea el concepto del robotaxi, los inversores que esperan que altere las finanzas de Tesla a corto plazo se sentirán decepcionados”, dijo.
El desarrollo de una flota autónoma enfrenta además desafíos regulatorios. Expertos como Henry Liu, de la Universidad de Michigan, proponen que el gobierno federal establezca una prueba específica para los vehículos autónomos antes de permitir que operen en vías públicas, algo que Tesla aún no ha logrado. En comparación, Waymo sigue avanzando lentamente, pero de manera constante, buscando optimizar su sistema mientras expande sus operaciones a nuevas ciudades.
Al cierre del día, el evento de Tesla en Hollywood es solo el inicio de una larga carrera por dominar la conducción autónoma. Aunque la promesa de robotaxis como un negocio lucrativo a largo plazo parece tentadora, la realidad muestra que el camino hacia una implementación segura y generalizada está lleno de obstáculos técnicos y regulatorios.
Con información de Más Información.