En los últimos años, diversos estudios han comenzado a evidenciar un vínculo entre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y ciertos comportamientos de riesgo para la salud. Uno de los hallazgos más recientes proviene de la Universidad Nacional Yang-Ming en Taiwán, donde investigadores han revelado que las personas con TDAH presentan hasta tres veces más probabilidades de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente si no están bajo tratamiento.

Este dato cobra aún más relevancia al considerar que el TDAH es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes, afectando entre el 5 % y el 7 % de los niños y adolescentes, y hasta un 2 % de los adultos jóvenes. Pero, ¿qué hay detrás de esta relación y cómo influye la impulsividad en la salud sexual?

¿Qué es el TDAH?

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una condición del neurodesarrollo caracterizada por tres grupos de síntomas principales: inatención, hiperactividad e impulsividad. Estos síntomas afectan directamente la forma en que una persona planea, organiza y toma decisiones. Si bien el TDAH se manifiesta típicamente en la infancia, en muchos casos los síntomas persisten en la edad adulta, aunque con presentaciones más sutiles.

De acuerdo con el psiquiatra y paidopsiquiatra especialista en neurociencias y neurodesarrollo, Leonel Navarro Ovando: «hay un componente clínico del TDAH que incide directamente en la toma de decisiones. En la infancia se manifiesta con dificultad para tolerar la frustración, respuestas precipitadas y conductas temerarias. En la adultez, aunque la hiperactividad puede disminuir, la impulsividad suele mantenerse«.

¿Por qué son más impulsivas las personas con TDAH?

En términos neurológicos, el TDAH implica un funcionamiento atípico de la corteza prefrontal, la región del cerebro responsable de la toma de decisiones y del control de impulsos. Esto se traduce en una capacidad reducida para evaluar riesgos y consecuencias.

«Las personas con TDAH suelen tener menos recursos mentales para valorar opciones. Es decir, si vas a comprar un chocolate y tienes varias opciones, alguien con TDAH tomará el primero que vea, sin considerar alternativas. Lo mismo ocurre con decisiones más importantes, como las relacionadas con la sexualidad«, explica el psiquiatra.

TDAH y salud sexual: ¿cómo afecta?

La impulsividad puede interferir con la capacidad de tener una sexualidad responsable. Por ejemplo:

Olvidar o no usar métodos anticonceptivos.

Tener relaciones sexuales sin protección.

Iniciar vínculos sin conocer bien a la pareja.

Tomar decisiones bajo la influencia de sustancias.

«Hay pacientes que llegan a consulta porque están en riesgo de separación, sus parejas les reprochan que no pueden completar tareas, que olvidan cosas importantes o que actúan sin pensar. Eso mismo se traslada a la vida sexual. Desde no llevar un preservativo, hasta olvidar tomar una pastilla anticonceptiva«, detalla el especialista.

Para las mujeres, este riesgo puede ser aún mayor si se considera que muchos métodos anticonceptivos —como las pastillas diarias o la píldora del día siguiente— requieren constancia, organización y atención al detalle. Características que suelen estar afectadas en mujeres con TDAH no tratadas.

La buena noticia es que el tratamiento médico y psicoterapéutico del TDAH puede reducir significativamente estos riesgos. El estudio taiwanés, publicado en el Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, muestra que el tratamiento con medicamentos puede reducir entre un 30 % y 41 % el riesgo de contraer ITS.

«Lo que buscamos con el tratamiento es disminuir la expresión clínica de los síntomas centrales: inatención, hiperactividad e impulsividad. Al hacerlo, la persona tiene más herramientas para tomar decisiones conscientes y responsables«, indica Navarro. «No se trata solo de salud mental. También impacta en la salud física, en la vida sexual y en las relaciones de pareja».

¿Hombres y mujeres enfrentan los mismos riesgos?

Aunque el TDAH es más común en varones durante la infancia, en la adultez los síntomas suelen persistir con igual impacto en ambos géneros. En cuestiones sexuales, tanto hombres como mujeres pueden enfrentar los mismos riesgos. Sin embargo, debido a factores sociales y culturales, las consecuencias tienden a ser más graves para las mujeres: embarazos no planeados, abandono, estigmatización o dificultades para acceder a métodos anticonceptivos adecuados.

«En mi experiencia clínica, no hay una diferencia significativa en la toma de decisiones sexuales impulsivas entre hombres y mujeres con TDAH«, afirma el Dr. Navarro. «Lo que sí cambia es el tipo de consecuencias sociales y personales que enfrentan las mujeres. En una cultura como la nuestra, ellas cargan con un peso mucho mayor«.

¿Qué hacer si sospechas que tienes TDAH?

Si una mujer (o cualquier persona) sospecha que podría tener TDAH, el primer paso es acudir con un especialista en salud mental. El diagnóstico se realiza con base en criterios clínicos, entrevistas, historial de desarrollo y, en algunos casos, escalas estandarizadas.

«Olvidar una pastilla no debería ser algo normalizado. Muchas mujeres llegan a consulta convencidas de que sus olvidos, su impulsividad o su dificultad para terminar proyectos son parte de su personalidad, y no saben que todo eso puede tener un origen neurobiológico y tratarse con éxito«, sostiene el especialista.

El tratamiento más efectivo suele combinar medicamentos —como los estimulantes del sistema nervioso central— con estrategias psicoterapéuticas que ayudan a mejorar la organización, la planeación, el manejo de emociones y la toma de decisiones.

El TDAH no solo afecta el rendimiento académico o laboral. También impacta de forma directa la manera en la que una persona se relaciona con su entorno, toma decisiones y cuida de su salud. Las infecciones de transmisión sexual son una de las múltiples consecuencias posibles cuando no hay diagnóstico ni tratamiento.

«El tratamiento cambia vidas. Personas que han vivido años con dificultades que consideraban normales descubren que, con un abordaje adecuado, pueden mejorar en muchos aspectos. La sexualidad no es la excepción«, concluye Navarro.

Por eso, la recomendación médica es clara: si sospechas que tú o alguien cercano podría tener TDAH, busca atención especializada. Diagnosticarlo a tiempo no solo mejora la calidad de vida, sino que puede prevenir complicaciones graves en el futuro.

Con información de Excelsior.