San Francisco. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de reabrir y ampliar la antigua prisión de Alcatraz, ubicada en una isla cercana al puente Golden Gate, en San Francisco, California. En un mensaje publicado en la red Truth Social, el mandatario señaló que la reapertura del centro penitenciario serviría como “símbolo de la ley, el orden y la justicia”.

Trump declaró que “durante demasiado tiempo EE.UU. ha estado plagada de delincuentes viciosos, violentos y reincidentes”. En ese contexto, afirmó que había dado instrucciones a la Oficina de Prisiones, el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional para proceder con la reapertura del penal, el cual fue cerrado en 1963.

Hoy, estoy dando instrucciones a la Oficina de Prisiones, junto con el Departamento de Justicia, el FBI y Seguridad Nacional, para reabrir una ALCATRAZ sustancialmente ampliada y reconstruida”, escribió el presidente. Agregó que en esta prisión se albergaría “a los delincuentes más despiadados y violentos de EE.UU.”.

Líderes del Partido Demócrata expresaron su rechazo a la iniciativa. La expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, cuyo distrito incluye a la isla de Alcatraz, calificó la propuesta como “no seria”. Por su parte, el senador estatal por San Francisco, Scott Wiener, la describió en redes sociales como una idea “profundamente desquiciada” y un “ataque al Estado de derecho”.

Alcatraz, también conocida como “La Roca”, funcionó inicialmente como un fuerte de defensa militar y fue convertida en prisión militar a principios del siglo XX. Posteriormente, en la década de 1930, pasó a manos del Departamento de Justicia, que la incorporó al sistema penitenciario federal.

Durante su funcionamiento como prisión federal, Alcatraz albergó a reclusos notorios, como los gánsteres Al Capone, Mickey Cohen y George “Machine Gun” Kelly. La prisión también fue inspiración para varias películas, entre ellas Birdman of Alcatraz (1962) y La Roca (1996), que contribuyeron a consolidar su reputación de cárcel impenetrable.

El profesor Gabriel Jack Chin, de la Facultad de Derecho Davis de la Universidad de California, señaló que la reapertura implicaría un gasto muy elevado debido a la ubicación insular de la prisión. Recordó que su cierre en 1963 se debió precisamente a su alto costo operativo, que era casi tres veces mayor que el de otras prisiones federales.

Chin indicó que el sistema penitenciario federal ha disminuido su población en un 25% desde su punto más alto, lo que ha dejado una gran cantidad de camas vacías en centros ya existentes. “Así que no está claro si se necesita una nueva”, comentó. También apuntó que la propuesta de Trump busca enviar un mensaje simbólico sobre una política más dura contra el crimen.

Trump ha protagonizado otras controversias en materia de justicia penal. En marzo, envió a más de 200 presuntos pandilleros venezolanos a una cárcel de El Salvador. Además, ha planteado la posibilidad de trasladar a delincuentes estadounidenses a prisiones extranjeras, algo que ha generado amplio debate entre juristas y defensores de derechos humanos.

La prisión de Alcatraz es actualmente un sitio turístico administrado por el Servicio de Parques Nacionales. Atrae a miles de visitantes cada año que recorren sus instalaciones y conocen su historia como uno de los centros penitenciarios más temidos de Estados Unidos.

Hasta el momento, no se ha presentado un plan detallado ni se han anunciado presupuestos oficiales para la ejecución del proyecto. La viabilidad legal, operativa y financiera de esta reapertura sigue siendo incierta, al tiempo que diversos sectores del país cuestionan la naturaleza simbólica y política del anuncio.

Con información de Más Información.