Colaboración de: Norma Ponce
Durante esta semana, turistas y habitantes de la conocida como Zona del Silencio, al sur de Chihuahua y muy cerca de la frontera con Coahuila, reportaron la presencia de potentes luces en un lugar donde no se cuenta con asentamientos humanos ni infraestructuras que pudieran emitir ese grado de luminosidad.


La observación tuvo lugar frente al Cerro de la Damiana, muy cerca del punto donde, según registros históricos, el ingeniero Harry de la Peña reportó fenómenos similares el 6 de agosto de 1966, dando origen al misterio que rodea a esta región conocida por sus anomalías magnéticas y su rica actividad astronómica.


De acuerdo a los testimonios, alrededor de las 20:42 horas del pasado martes, cuando en el horizonte oriental se observaron potentes haces de luz que se proyectaban desde el suelo hacia el cielo. Inicialmente aparecieron dos luces intensas, a las que se sumaron otras cuatro, conformando un total de seis haces perfectamente visibles a simple vista.


“Es un espectáculo fuera de lo común. Ahí no hay nada que pueda generar ese tipo de luces. Hemos pasado muchas noches aquí y nunca habíamos visto algo así”, señaló dijo unos de los testigos.


Durante el periodo vacacional de Semana Santa, decenas de turistas acuden a esta zona en busca de experiencias únicas, atraídos por los misterios que la rodean.


El fenómeno duró varios minutos y no estuvo acompañado de sonido alguno. Los excursionistas utilizaron brújulas y herramientas de orientación para determinar que las luces se ubicaban al oriente, más allá de la Laguna de Palomas.


Hasta el momento, no hay explicación oficial sobre el origen de este avistamiento.


El suceso ha generado interés entre astrónomos aficionados y expertos en fenómenos atmosféricos, quienes analizan las imágenes y testimonios con el objetivo de determinar si existe una causa natural o si se trata de un evento excepcional sin precedentes documentados en la región.