Washington, D.C.. «Creo que cualquier decisión sobre tomar medidas contra los cárteles dentro de México, nuestro primer deseo sería que se hiciera en colaboración con nuestros socios mexicanos», declaró Ron Johnson, nominado a Embajador de Estados Unidos en México, durante su comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense este jueves. Sin embargo, añadió que, en caso de que la vida de ciudadanos estadounidenses estuviera en riesgo, «todas las cartas están sobre la mesa».

Johnson, exmiembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de EU y experto en inteligencia para América Latina, fue cuestionado por el senador demócrata Chris Coons sobre la posibilidad de que el presidente Donald Trump autorice una operación militar en México sin el consentimiento del Gobierno mexicano. Sus declaraciones han generado preocupación, ya que se alinean con posturas previas del expresidente Trump, quien ha expresado su disposición a tomar medidas enérgicas contra los cárteles del narcotráfico.

De acuerdo con The Wall Street Journal, el nuevo jefe del Pentágono, Pete Hegseth, habría advertido a autoridades militares mexicanas el pasado 31 de enero sobre la posibilidad de acciones unilaterales si México no abordaba la presunta colusión gubernamental con los cárteles.

Pese a estas advertencias, Johnson destacó los avances recientes en la colaboración bilateral contra el narcotráfico. Mencionó que los 29 presuntos líderes de cárteles extraditados a EU en febrero ya han proporcionado información que ha permitido nuevos arrestos.

«Creo que ya han ocurrido arrestos adicionales con base en información que se obtuvo de ellos, y creo que veremos más», afirmó.

Además, expresó optimismo sobre la relación con el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum y reconoció los esfuerzos recientes de las autoridades mexicanas para combatir a los grupos criminales.

Ron Johnson, quien anteriormente se desempeñó como Embajador de EU en El Salvador (2019-2021), es considerado un experto en asuntos latinoamericanos y parte del círculo cercano del nominado a Secretario de Estado, Marco Rubio.

Recientes descubrimientos en México han intensificado el debate sobre la posible intervención militar estadounidense contra los cárteles de la droga. Uno de los casos más impactantes es el del Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, identificado como un centro de exterminio operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Desde 2012, este lugar funcionó como centro de reclutamiento y exterminio, donde se cometieron atrocidades como desmembramientos, abusos sexuales, asesinatos en masa y eliminación de cuerpos en hornos clandestinos. Testimonios de sobrevivientes revelan que las víctimas eran sometidas a torturas extremas y que incluso se utilizaban animales salvajes para deshacerse de los cuerpos.

Además del caso de Teuchitlán, otras regiones de México han sido escenario de violencia extrema atribuida a los cárteles. En Reynosa, Tamaulipas, se descubrió otro campo de exterminio con restos humanos calcinados, ropa y calzado, evidenciando prácticas sistemáticas de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales. Estos hallazgos reflejan una crisis de seguridad que afecta a múltiples estados del país, con más de 124,000 personas desaparecidas y una impunidad que supera el 95% en estos casos.

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