En distintos países, mujeres han reportado haber sido víctimas de pinchazos con agujas en espacios públicos concurridos, como bares, discotecas o el transporte público.
A esta práctica se le conoce como needle spiking, un fenómeno que ha generado alerta por su posible relación con delitos de sumisión química o abuso.
¿En qué consiste el needle spiking?
El término needle spiking hace referencia a agresiones en las que una persona es pinchada con una aguja sin su consentimiento, presuntamente para inyectar una sustancia que altere su conciencia.
En muchos casos reportados, las víctimas afirman no haber sentido el pinchazo en el momento, pero poco después presentan síntomas como mareos, confusión, pérdida de memoria, somnolencia o náuseas.
Aunque aún no hay evidencia sistemática que demuestre que todas las víctimas fueron drogadas, el temor se ha extendido debido a los contextos en los que ocurren estos hechos y al aumento de reportes en redes sociales.
¿Dónde ha ocurrido y por qué preocupa?
El needle spiking ha sido reportado principalmente en países europeos como Reino Unido, Francia, Alemania y España. En Reino Unido, por ejemplo, hubo más de mil 300 reportes entre 2021 y 2022, lo que motivó investigaciones parlamentarias y medidas de vigilancia en bares y eventos masivos. En Francia, desde 2022 se han reportado casos similares durante conciertos y festivales.
Más recientemente, algunos casos en América Latina y México han comenzado a llamar la atención. Usuarios en redes sociales han denunciado experiencias similares en transporte público, como el metro o los autobuses, lo que ha incrementado la preocupación por la falta de vigilancia y la posibilidad de que esta práctica llegue a más espacios cotidianos.
¿Qué sustancias podrían estar involucradas?
Las sospechas sobre el needle spiking están relacionadas con el uso de sustancias como ketamina, GHB o benzodiacepinas, utilizadas comúnmente en casos de sumisión química.
Estas drogas pueden inducir desorientación, somnolencia profunda o pérdida de conciencia. Sin embargo, en muchos reportes los análisis toxicológicos no encuentran rastros de estas sustancias, lo que complica la confirmación médica del delito.
Expertos señalan que algunas drogas podrían metabolizarse rápidamente o no detectarse en análisis convencionales si no se hacen en las primeras horas.
También se ha señalado que algunos pinchazos podrían no estar acompañados de ninguna sustancia, lo que añade un componente de miedo o intimidación, aunque no haya una agresión química real.
¿Qué medidas se están tomando?
En varios países se han implementado campañas de concientización y protocolos de respuesta rápida en espacios públicos.
Algunos gobiernos han emitido recomendaciones a bares y centros de transporte para aumentar la seguridad, como instalar cámaras, capacitar al personal para detectar signos de agresión, y facilitar el acceso a servicios de salud para quienes sospechen haber sido víctimas.
Organizaciones feministas y colectivos ciudadanos han exigido mayor vigilancia y tipificación específica de estos ataques, así como rutas de denuncia más accesibles para quienes experimentan síntomas sin tener pruebas visibles del agresor.
¿Qué hacer si sospechas haber sido víctima de needle spiking?
Las recomendaciones generales en caso de sospecha incluyen:
Buscar atención médica inmediata, idealmente en las primeras horas, para realizar un análisis toxicológico.
Fotografiar cualquier marca en la piel que se considere sospechosa.
Reportar el incidente a las autoridades locales y, si es posible, proporcionar datos del lugar, hora y contexto.
Solicitar atención psicológica, dado que los efectos emocionales pueden ser importantes incluso sin evidencia física.
También es recomendable verificar si en el entorno hay cámaras de vigilancia, y en espacios como bares o discotecas, avisar a los encargados del establecimiento para tomar medidas inmediatas.
Con información de Excelsior.