Dallas, Texas. La empresa estadounidense Colossal anunció la creación de los primeros ratones con variantes genéticas del mamut lanudo, un paso clave en su ambicioso proyecto de desextinción de esta especie que desapareció hace miles de años.

Estos “ratones lanudos” portan siete variantes genéticas del mamut, principalmente relacionadas con el crecimiento y la pigmentación del pelaje. Como resultado, los roedores tienen un pelaje más largo y denso de lo habitual, además de un color rojizo. Según Colossal, estos experimentos representan un avance en la ingeniería genética y la recuperación de especies extintas.

Estamos demostrando que ya podemos diseñar adaptaciones genéticas que tienen unas implicaciones muy profundas para la desextinción multigénica y la ingeniería genética”, afirmó George Church, biólogo de la Universidad de Harvard y cofundador de la empresa.

El proyecto ha recibido cientos de millones de euros en inversión, con el respaldo de figuras como el productor de cine Thomas Tull y la empresaria Paris Hilton. Los resultados del experimento fueron publicados en un estudio preliminar que aún no ha sido revisado por expertos independientes.

Un paso hacia la “mamuficación” de elefantes

Uno de los genetistas que participó en la investigación es Love Dalén, de la Universidad de Estocolmo, quien ha trabajado en la recuperación del genoma de mamuts conservados en Siberia. “Algunos de los genes y mutaciones editados en los ratones son variantes que mi grupo de investigación ha identificado como únicas en los mamuts lanudos en comparación con los elefantes, y es genial que la inserción de estas variantes exclusivas de mamut tenga un impacto en la apariencia de los ratones”, explicó al diario El País.

Dalén señaló que la meta de Colossal no es crear una réplica exacta del mamut, lo que requeriría modificar miles de genes, sino editar alrededor de 100 genes clave en elefantes asiáticos para conferirles características distintivas de los mamuts, como el pelaje espeso y la resistencia al frío.

Para desarrollar los ratones lanudos, los investigadores analizaron 121 genomas de mamuts y elefantes para identificar genes clave relacionados con la adaptación al frío y las características del pelaje. Posteriormente, emplearon la técnica de edición genética CRISPR para modificar múltiples genes de manera simultánea.

Entre los cambios realizados, desactivaron el factor de crecimiento de fibroblastos 5 (FGF5), lo que alteró los ciclos de crecimiento del pelo y permitió que los ratones desarrollaran un pelaje hasta tres veces más largo de lo normal. También modificaron los genes FAM83G, FZD6 y TGM3, que influyen en la estructura del folículo piloso, haciendo que los ratones tuvieran un pelaje más frondoso, bigotes rizados y pelo ondulado.

Además, alteraron el gen MC1R, responsable de la producción de melanina, para cambiar el color del pelo negro a un tono entre rubio y pelirrojo, similar al de los mamuts. También introdujeron una versión truncada de la proteína FABP2, asociada con la absorción de ácidos grasos y el metabolismo de los lípidos, lo que provocó cambios en el peso corporal de los ratones.

Colossal ha logrado reunir a reconocidos expertos en genética y ADN antiguo, además de atraer inversiones por más de 400 millones de euros. Entre sus financiadores se encuentran el director de ‘El Señor de los Anillos’, Peter Jackson, y Mark Walter, copropietario del Chelsea y de Los Angeles Dodgers, según Forbes.

Lluís Montoliu, biólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), calificó la investigación como un éxito incontestable. “Todavía no han desextinguido ningún mamut, pero sí que han mostrado el efecto que tienen algunas variantes genéticas encontradas en el genoma del mamut usando ratones como sistema experimental de validación”, declaró al portal Science Media Centre (SMC) España.

No obstante, otros expertos son más escépticos. Louise Johnson, bióloga evolutiva de la Universidad de Reading, señaló que la idea de revertir la extinción es falsa. “En teoría, se podría introducir un gen de vellosidad en un elefante y este se parecería bastante a un mamut, pero no sería un mamut en ningún sentido significativo”, dijo al SMC.

Tori Herridge, de la Universidad de Sheffield, destacó otra limitación del estudio: “La mayoría de los embriones editados genéticamente no lograron dar lugar a crías vivas, menos del 10%, y muy pocos de los nacidos fueron editados con éxito en todos los genes objetivo”. El experimento con ratones lanudos representa un avance en la ingeniería genética, pero aún queda un largo camino antes de que Colossal logre su objetivo de “mamuficar” un elefante asiático y recrear algunas de las características del extinto mamut lanudo.

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