Chihuahua, Chih. El pasado fin de semana se registró el fallecimiento por desnutrición de Ana Neidy Ayala Soto, niña tepehuana de apenas un año y originaria de Santa Tulita, ranchería perteneciente a la comunidad de Baborigame, municipio de Guadalupe y Calvo.

Una de las personas dedicada al trabajo social con los menores de aquella zona, confirmó que durante la tarde del sábado 11 de marzo, Celestino y María llevaron a la menor en malas condiciones: se encontraba muy amarilla, con signos de deshidratación y precisaron que en días anteriores, había estado muy inflamada.

Llegaron a Baborigame en busca de las Caravanas de Salud pero, dadas las enormes distancias por recorrer, llegaron tarde y éstas ya se habían retirado. La muerte de Ana Neidy se registró en punto de las 10 de la noche.

Por si fuera poco, Celestino y María tuvieron que esperarse hasta media noche para regresar a su ranchería de origen, pues no encontraron “ride” para regresarse y darle sepultura a la menor.

Santa Tulita se encuentra entre una y dos horas cuando las condiciones climáticas y físicas del camino, así lo permiten.

Advierten en riesgo mortal a 70 mil infantes de la capital

Víctor “El Pandita” Gómez, activista político, advirtió el riesgo mortal en que se encuentran unos 70 mil niños y niñas en la capital del estado dada la mala alimentación y que viven en las periferias de la ciudad.

“Claro, por supuesto que hay peligro de muerte por esa situación tan penosa, por la falta de alimentación…en la Sierra ya está encendida la antenita, sin embargo, en base al método de observación no necesitamos irnos a la sierra aquí en Chihuahua tenemos grandes problemas de alimentación sobre todo en la población infantil”, dijo el político.

Punta Oriente, Riberas del Sacramento y Vistas Cerro Grande son algunas de las colonias donde han detectado la gravedad de este problema aunque confirmó Ciudad Juárez también tiene los cinturones de pobreza y marginación perfectamente ubicados.

Abundó en que mediante la fundación “México con Valores” están trabajando para apoyar al Estado en el combate de la desnutrición y prevén abrir más comedores en las periferias de la ciudad, pues desde hace cinco años atienden a unos 600 niños en los polígonos mencionados.

Precisó que la labor oficial es buena pero nunca habrá dinero que alcance para erradicar este problema tan grave que hay en el estado, de ahí que se sumen a esos esfuerzos para tratar de combatir el hambre en la sociedad infantil.