Chihuahua, CHIH. Blanca Azucena Ascencio Sáenz, es la mamá de Gabriel Alejandro Díaz Ascencio, asesinado en marzo pasado luego de iniciar una discusión en el Bar República y llevar la disputa hasta el fraccionamiento privado Cumbres de San Francisco en donde fue víctima de un disparo.
La quejosa trató de acercarse a la gobernadora Maru Campos Galván para explicarle el caso y la forma en que presuntamente se maneja la Policía Estatal pero no le fue posible dado que la mandataria fue evacuada del lugar por una salida alterna; asegura que algunos elementos están involucrados en el encubrimiento de los probables responsables, prófugos ahora, en Estados Unidos.
Ascensio Sáenz aseguró que a pesar de encontrarse dentro de un fraccionamiento de los más exclusivos donde se cuenta con cámaras y sumado el sistema PECUU y Centinela, el material videográfico fue desaparecido quedándose ella sin pruebas de lo ocurrido.
Desde marzo ha tratado de acercarse a la mandataria estatal, pero no lo ha logrado.
“Es más fácil tener acceso con los congresistas de Estados Unidos que con la señora gobernadora…el comandante de la Unidad de Homicidios solo ha entorpecido el caso. La fiscalía cambió la carpeta a la Unidad de Proyectos Especiales, pero solo para que me calle y ya no diga nada”, espetó.

Reconoció la atención en reiteradas atenciones por parte de César Jáuregui Moreno, titular de la FGE, pero reclamó la liberación de uno de los detenidos y la falta de aprehensión de al menos cinco implicados más, entre ellos un policía estatal y uno ministerial.
La liberación se dio cuando ella buscaba ayuda en Estados Unidos, lo que calificó como absurdo dado que en un mes no se resuelve una apelación de un magistrado y señaló presunta responsabilidad a Jorge Ramírez Alvídrez.
“Que se dé cuenta lo que sucede con sus policías, no puede ser posible que Centinela y PECUU solo trabajen para un grupo reducido de personas”, dijo Blanca Azucena.
Aseguró que “mi hijo no le hizo daño a nadie, no le debía dinero a nadie, no se metió con la chica de nadie más, no pertenencia a ninguna banda de la delincuencia organizada”.
Adelantó que seguirá exigiendo justicia para su hijo, quien perdió la vida por meterse a defender a su amigo quien estaba siendo golpeado con una pistola. De los agresores –de quienes se presume huyeron a Estados Unidos- se tiene identidad, direcciones, placas, vehículos, pero no se ha ejercido acción penal.
“Ese día curiosamente no grabó ninguna cámara, tengo 15 años como abogada y sé cuándo una carpeta de investigación no está bien armada y cuándo no”, finalizó.