CDMX. El presidente Andrés Manuel López Obrador cerró su mandato de la misma manera en que lo inició: presentando datos falsos o engañosos en su Sexto Informe de Gobierno para justificar su gestión, defender sus políticas públicas y destacar sus obras.
A lo largo de los seis años de su administración, el mandatario ha recurrido sistemáticamente a este tipo de prácticas para reforzar su narrativa, y su último informe no fue la excepción.
Una de las afirmaciones más controvertidas del informe que presentó el domingo fue su declaración de que México cuenta ahora con un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, a pesar de la evidente crisis en el sector salud documentada a lo largo de su administración. La falta de medicamentos, la disminución en el número de consultas médicas en instituciones públicas y el aumento del gasto de bolsillo en salud son algunas de las problemáticas que contradicen su afirmación.
López Obrador aseguró que el sistema de salud pública en México, bajo el programa IMSS-Bienestar, ha superado al de Dinamarca en eficiencia y cobertura.
Sin embargo, los mismos datos de su informe contradicen esta declaración. Según el documento, durante su administración se construyeron 425 unidades de consulta externa, un 44 por ciento menos que las 753 construidas en el sexenio anterior.
Además, se registró una disminución del 29 por ciento en consultas externas en el sector salud, y el gasto de bolsillo en salud aumentó un 30 por ciento, afectando principalmente a los hogares de menores ingresos.
El presidente también destacó que sus conferencias de prensa matutinas han garantizado el derecho a la información mediante un diálogo circular y abierto. No obstante, durante estos encuentros, López Obrador ha utilizado datos falsos y ha descalificado a periodistas y críticos de su gobierno, llegando incluso a revelar información personal de reporteros.
Esta práctica ha sido condenada por organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha instado al gobierno mexicano a suspender la sección “Quién es Quién en las Mentiras” por fomentar la estigmatización de periodistas.
López Obrador también afirmó que su administración ha avanzado en la investigación de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, aunque su propio informe fue calificado como engañoso por las familias de las víctimas, que acusan al gobierno de no cumplir sus promesas.
En materia de energía, el presidente presumió un aumento en la producción de petróleo crudo, pero utilizó cifras infladas que incluyen condensados, un subproducto menos valioso que no se refleja en la producción tradicional de crudo.
Además, el mandatario aseguró que México pronto alcanzará la autosuficiencia en producción de gasolina, aunque los datos actuales muestran que el país sigue dependiendo en gran medida de las importaciones.
También afirmó que se ha logrado una reducción significativa en los homicidios, pero los expertos señalan que esta disminución es mucho menor de lo que el presidente sugiere, y que el actual sexenio se perfila como el más violento en la historia reciente de México.
El Sexto Informe de Gobierno de López Obrador ha sido criticado por su uso de datos incompletos y engañosos para presentar una visión distorsionada de la realidad. Si bien su administración ha tenido logros, los hechos contrastan con las afirmaciones grandilocuentes del presidente, dejando un legado marcado por la manipulación de la información y la retórica populista.
Con su salida inminente, el país enfrenta el desafío de evaluar críticamente los resultados de su gobierno y las verdades a medias que han caracterizado su discurso.
Con información de Más Información.