Bavispe, Son. Equipado con un café, una chamarra gruesa y la fe puesta en que logrará justicia para Rhonita y sus niños, Adrián LeBarón se levanta antes de las 4 de la mañana para emprender el viaje de Colonia LeBarón hacia La Mora municipio de Bavispe en Sonora.
Ahí, el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurará la carretera que conecta a Agua Prieta y Bavispe.
No viaja solo: Julián y Bryan LeBarón, líderes de la comunidad, le acompañan.
Apenas unas gotas de lluvia y un ligero viento frío parecieran empujar a su destino con más ahínco a este líder social que desde días antes, ha acusado la utilización de la masacre de “Nita” para intentar dar justicia a su familia.
Delicia, tercera esposa de Adrián; Fernando, hijo de ambos, así como periodistas locales y nacionales conforman el convoy.
El anhelo de hablar con el mandatario federal, pedirle una explicación sobre la intentona de juego político con la Masacre LeBarón y pedirle que apresure los procesos contra los 31 detenidos, aceleran el corazón del activista y el motor de las camionetas a 100 kilómetros por hora.
En menos de lo que se piensa, ya se superaron Nuevo Casas Grandes y Janos. Se toma dirección hacia Pancho Villa, último puerto entre Chihuahua y Sonora y último lugar poblado en que las señales de los móviles tendrán cobertura total, luego será intermitente.
Nubes que amenazan en convertirse en una tormenta, rodean y después cubren las cumbres de la sierra; parecieran guiar al convoy que entre planes, pláticas de viejos conocidos e intercambio del panorama nacional e internacional, hace más ligero el viaje.

El camino está casi plano, se nota el trabajo aunque no se sabe de quién y solo una camioneta de carga se encuentra en sentido contrario.
Esta vez no hay más compañía.
Con las manos, Adrián quisiera recrear la escena cuando vio las camionetas de Dawna y Christina atravesadas por miles de disparos para poder transmitir ese pesado lastre que no pidió cargar. Lo platica a detalle como si de un guión se tratara.
La atención está centrada en su plática y solo algunos detalles que omite, los complementan Julián y Bryan.
Al filo de las ocho de la mañana, la meseta y luego el valle se dejan entrever por las montañas que parecieran aprobar el paso del convoy en medio de ellas al separarse hacia los lados del camino.

A unos kilómetros del destino final, el convoy hace una parada para tratar de recrear la escena más dolorosa: el lugar donde Rhonita LeBarón y sus hijos Howard, Krystal, Titus y Tiana Miller, son heridos de muerte y luego calcinados vivos, según las investigaciones posteriores.
La intención es que López Obrador y quienes asisten al evento, hagan conciencia de que México está quemándose en la violencia y a la apatía.

Delicia y Fernando se quedan a cargo para preparar un “big fire” .
Adrián en cabeza el convoy que llega a saludar a familia y amigos en La Mora y apenas llega al lugar donde se dará por inaugurada la carretera, los medios nacionales identifican a la familia LeBarón.

Y sí, acceden con toda apertura y transparencia a las entrevistas.
Aunque la señal de internet es bajísima, apenas unos minutos después, las redes y noticiarios empiezan a llenarse de información LeBarón.
Tras una hora de espera, Adrián se forma en la fila para saludar al presidente López Obrador quien apenas le extiende la mano y posa para la foto sin decir más palabras.

El viento impide que la señal de protesta se lleve según lo planeado y Delicia y Fernando han de regresarse a LeBarón apenas iniciando el evento de AMLO.
El gobernador de Sonora y el titular de la SICT preceden al Ejecutivo Federal en las intervenciones.
Andrés Manuel recuerda que hace quince años visitó Bavispe por primera vez. Luego en dos ocasiones “por la atención que ameritaba el resolver el problema tan lamentable, tan grave por los asesinatos que se cometieron a las familias Langford, Miller, LeBarón y nos comprometimos a hacer justicia y también a construir este camino”.
Luego de veinte minutos de discurso y comprometerse a construir la carretera de Bavispe a Casas Grandes, manda un abrazo a “los familiares de las víctimas de la violencia; un abrazo y siempre los vamos a estar recordando a los niños, las niñas, a las mujeres y a todos los que perdieron la vida; siempre van a ser recordados y van a estar en nuestro corazón”.
Adrián responde el respaldo público -que pareciera más obligado por la presión mediática- de AMLO; se pone de pie y con la mano, le envía una señal de saludo.

El presidente se marcha en uno de los tres helicópteros de la Marina que llegaron a La Mora y Adrián, Julián y Bryan deciden hacer oración al Creador por el presidente, por la administración, por las víctimas propias y ajenas y para que la carretera no se convierta en una facilidad para el tránsito de grupos criminales y el trasiego de sustancias prohibidas.
Pareciera que al tocar el pavimento con sus manos, hicieran retumbar la tierra pues en cuestión de minutos y conforme lo permite la señal de internet, los LeBarón se convierten en noticia mundial con este noble acto.
Como de costumbre, Adrián invita a los medios locales y nacionales para “echarse un taco” mientras visita el recuerdo de su familia en el Memorial de las Víctimas.
Durante las entrevistas, los medios se dan cuenta que la Guardia Nacional está desprotegida al caerse una de sus bardas y Adrián –de nuevo- encabeza el convoy para llevarlos al lugar.

Tras analizar el trabajo del Gobierno y el activismo de Adrián, se escucha decir que esta insistencia es la que hace mover a las administraciones. De hecho, la carretera recién inaugurada tenía un atraso de 90 años de petición, en palabras del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo.
Hay abrazos, intercambio de números de teléfono, parabienes, abrazos y Adrián se retira para continuar su recorrido de saludos en Bavispe.
La protesta pacífica es calificada como un éxito pues se logró mover la mano del presidente para comprometerse a hacer justicia y construir una carretera que, al menos, podría garantizar la seguridad de quienes habitan la zona, siempre y cuando no merme la presencia de seguridad del área.
La carretera
Tiene una longitud de 135 kilómetros y una inversión de mil 571.5 millones de pesos, aplicado en su mayoría de 2019 a 2022 y cuyo recursos provienen del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), de acuerdo a la ficha técnica publicada por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Conecta a los municipios de Bavispe y Agua Prieta en el estado de Sonora y se trata de la modernización de un camino rural a una carretera alimentadora de siete metros de ancho, con dos carriles de circulación de 1.5 metros cada uno. Contienen 25 puentes que suman más de mil metros construidos. En esta sinuosa carretera puede alcanzarse una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora