Washington. La migración está modificando significativamente la disponibilidad de mano de obra en Estados Unidos, con efectos positivos en la economía.

Desde 2021, el aumento de migrantes internacionales, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, ha contribuido a llenar vacantes laborales, mantener la creación de empleos y generar ingresos fiscales para los gobiernos estatales, locales y federales.

Los impuestos sobre la nómina de los trabajadores inmigrantes –que entraron al país de manera legal o ilegal– han aliviado la presión sobre el sistema de Seguridad Social, aunque existen costos públicos a corto plazo asociados con la aclimatación de los recién llegados y los gastos en educación y salud para sus familias.

Sin embargo, desde una perspectiva presupuestaria, se proyecta que el aumento de ingresos de los nuevos trabajadores superará estos costos, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.

El economista Michael Clemens, de la Universidad George Mason, destacó que el mercado laboral actual es el más caliente en dos generaciones, beneficiando tanto a inmigrantes como a nativos a través de la interacción económica.

Según publica el diario Los Angeles Times, sin inmigración, la fuerza laboral de California estaría muy por debajo de sus necesidades, especialmente debido a la salida de residentes por el alto costo de vida y otros factores.

Entre 2021 y 2023, la población de ciudadanos estadounidenses en California disminuyó en 625 mil personas, mientras que el empleo aumentó en 725 mil.

Datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos indican que más del 70 por ciento de los casi 400 mil empleos agregados en California entre junio de 2022 y junio de 2024 se encuentran en la asistencia social y la industria del ocio y hospitalidad, sectores que dependen en gran medida de trabajadores inmigrantes. Los empleadores de la construcción también han añadido miles de empleos en este período.

Hans Johnson, demógrafo del Instituto de Políticas Públicas de California, afirmó que los inmigrantes son una fuente crucial de mano de obra tanto en trabajos bien remunerados como en aquellos que no lo son tanto.

Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, aproximadamente 3.3 millones de inmigrantes llegaron a Estados Unidos el año pasado, triplicando el promedio anual de la década anterior. La mayoría de estos inmigrantes ingresaron bajo programas humanitarios o solicitando asilo.

El economista Giovanni Peri, de UC Davis, señaló que la inmigración a gran escala aumenta la productividad y la demanda de servicios, ayudando a las empresas a crecer y crear empleos que suelen ser ocupados por trabajadores nativos. También destacó que los inmigrantes tienen tasas más altas de autoempleo, desde conductores de Uber hasta empresarios tecnológicos.

La llegada de nuevos inmigrantes ha ayudado a revertir la pérdida de población en ciudades como Los Ángeles, según un estudio del demógrafo William Frey de Brookings Institution. Christopher Thornberg, de Beacon Economics, afirmó que la economía de Estados Unidos se beneficia de la inmigración, subrayando la necesidad urgente de trabajadores debido a las bajas tasas de natalidad y el aumento de jubilaciones.

Con información de Más Información.