El pasado 13 de marzo se publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024. Este programa estadístico es producto de la colaboración entre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La ENIF tiene como objetivo generar información estadística e indicadores oficiales, a nivel nacional y regional, sobre el acceso y uso de los servicios financieros para conocer el avance en inclusión financiera en México.
En una primera lectura, el IMEF presenta el siguiente análisis:
Hallazgos principales
● En 2024, el 76.5% de la población entre 18 y 70 años tenía al menos un producto financiero (cuenta de ahorro, crédito, seguro o afore), un aumento de 8.7 puntos porcentuales desde 2021.
● La inclusión financiera fue mayor en hombres (80.9%) que en mujeres (72.8%).
● Todas las regiones del país mostraron un aumento en la tenencia de productos financieros desde 2021.
Productos financieros específicos
● 63.0% tenía al menos una cuenta de ahorro formal, un aumento de 18.9 puntos porcentuales desde 2015.
● 37.3% disponía de al menos un crédito formal.
● 22.9% contaba con un seguro.
● 42.2% tenía una cuenta para el retiro (afore).
Uso de infraestructura y medios digitales
● 77.6% de la población utilizó algún canal financiero en el último año.
● El uso de aplicaciones móviles para consultas y movimientos bancarios aumentó de 54.3% en 2021 a 69.1% en 2024.
● 38.0% conocía la aplicación Cobro Digital (CoDi), y 18.5% conocía Dinero Móvil (DiMo).
● 2.1% de la población había comprado o invertido en criptomonedas.
Actitudes financieras
● 68.2% mencionó los apoyos del gobierno como medio para cubrir gastos en la vejez.
● 65.3% de la población llevaba un registro de sus gastos o los de su hogar.
Este resumen destaca los puntos clave del informe sobre la inclusión financiera en México en 2024, mostrando avances en varios aspectos, pero también áreas de oportunidad para mejorar el acceso y uso de servicios financieros en el país.
Conclusiones
En términos generales, se presentan buenas noticias en cuanto al avance sobre la inclusión financiera; es decir, bajo casi todos los productos financieros considerados, se estima un aumento en la penetración de 2021 a 2024: cuentas de ahorro, créditos, seguros y Afores. No obstante, debe quedar claro que el mayor avance se observó en las tarjetas de débito, principalmente asociadas a la distribución de los apoyos gubernamentales: pensiones no contributivas, becas, etc.
Otra buena noticia palpable en lo que se refiere al uso de mecanismos digitales para los asuntos financieros, es que los usuarios de servicios financieros hacen ahora más pagos con tarjetas y transferencias bancarias, aunque el uso del efectivo sigue siendo mayoritario. Asimismo, la gestión de las cuentas por medio de las aplicaciones móviles es destacable.
A pesar de los avances anteriores, la ENIF 2024 señala que todavía quedan muchos aspectos por atender para fortalecer.
A continuación, se destaca:
Avance en la inclusión financiera
● La inclusión financiera en México ha mejorado significativamente, con un 76.5% de la población entre 18 y 70 años teniendo al menos un producto financiero en 2024, un aumento de 8.7 puntos porcentuales desde 2021.
● Existe una brecha de género en la inclusión financiera, con el 80.9% de los hombres teniendo al menos un producto financiero, frente al 72.8% de las mujeres1.
Productos financieros específicos
● El porcentaje de personas con cuentas de ahorro formal aumentó considerablemente, llegando al 63.0% en 2024, un incremento de 18.9 puntos porcentuales desde 2015.
● La tenencia de créditos formales (37.3%), seguros (22.9%) y cuentas para el retiro (42.2%) también mostró avances, aunque en menor medida que las cuentas de ahorro.
Digitalización de servicios financieros
● El uso de aplicaciones móviles para consultas y movimientos bancarios aumentó significativamente, pasando del 54.3% en 2021 al 69.1% en 2024 entre las personas con cuentas de ahorro formal.
● Se observa un crecimiento en el conocimiento y uso de plataformas digitales como Cobro Digital (CoDi) y Dinero Móvil (DiMo), aunque aún con margen para crecer.
Grupos poblacionales y regiones
● Existen disparidades en la inclusión financiera entre diferentes grupos poblacionales, siendo los hablantes de lenguas indígenas el grupo con menor acceso (58.2%).
● Todas las regiones del país mostraron mejoras en la inclusión financiera, con la región centro sur y oriente presentando el mayor aumento (14.1 puntos porcentuales).
Cambios en los hábitos financieros
● El uso de efectivo como medio de pago más frecuente ha disminuido, mientras que las tarjetas y transferencias electrónicas han ganado terreno.
● Un 65.3% de la población lleva un registro de sus gastos, lo que indica una creciente conciencia sobre la importancia de la administración financiera personal.
Desafíos y oportunidades
● Persisten brechas en la inclusión financiera entre diferentes grupos poblacionales y regiones, lo que sugiere la necesidad de políticas focalizadas.
● El aumento en el uso de servicios financieros digitales presenta oportunidades para una mayor inclusión, pero también desafíos en términos de educación financiera y acceso a tecnología.
Estas conclusiones reflejan un panorama de mejora general en la inclusión financiera en México, con avances significativos en el uso de productos y servicios financieros, especialmente en el ámbito digital, pero también señalan áreas de oportunidad para seguir promoviendo un acceso más equitativo y amplio a los servicios financieros en todo el país.
Ponencia IMEF 2025
Educación Financiera e Inclusión como elementos para el Desarrollo Económico El capítulo titulado “Los nuevos instrumentos financieros. Realidad o ficción. (Mecanismo de inclusión a jóvenes. Lo que está llamando la atención de las nuevas generaciones)” cuenta con la autoría de Eduardo Rodríguez y Sofia Gamboa.
Eduardo Rodríguez, experto en mercados de capitales, marcos globales regulatorios y tecnologías aplicadas, aporta su vasta experiencia en la implementación de tecnologías emergentes y la adaptación a marcos regulatorios internacionales. Por su parte, Sofia Gamboa, reconocida analista en el sector Fintech, se especializa en el ecosistema Fintech en Latinoamérica y México, el impacto macroeconómico.
El capítulo aborda diversos temas clave, comenzando con una introducción a los nuevos instrumentos financieros, destacando su definición, relevancia y la importancia de estos instrumentos en la inclusión financiera de los jóvenes. Se explora el contexto internacional y nacional, comparando iniciativas de inclusión financiera en Estados Unidos y México, partiendo del análisis de impacto de la formación del Grupo de Trabajo en Mercado para Activos Digitales en Estados Unidos, las cuales han detonado iniciativas similares en México y su relevancia para las futuras generaciones.
El capítulo, discute la evolución y el crecimiento de la economía digital y los avances en fomentar la inclusión financiera, presentando datos con relación al crecimiento del Blockchain y la inteligencia artificial su adopción global, proyecciones en números de usuarios y valor de mercado de los activos digitales, y cómo la economía digital juega un rol central en la democratización de los mercados de capital y la inclusión financiera de los jóvenes.
El capítulo aborda las brechas en la regulación de criptoactivos en México, destacando la necesidad de alinear el marco regulatorio mexicano con el americano Británico y Europeo referenciando el capítulo sobre regulación de criptoactivos en el libro «Normatividad Bancaria 2025». Se presentan iniciativas conjuntas y el desarrollo de un Playbook Digital para facilitar la integración activos digitales en México, y se revisa la Reforma Fintech, subrayando la importancia de la tokenización del crowdfunding y sus beneficios para reducir costos y democratizar el acceso al capital.
Finalmente, se discute el impacto macroeconómico de la inclusión financiera, cómo la digitalización es una herramienta central para la expansión económica sustentable en términos del PIB y mejorar la competitividad a nivel global, y su relevancia de dichas herramientas para la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente los jóvenes. Se presentan ejemplos de éxito en otros países y lecciones para México, y se proponen medidas para el gobierno mexicano, como facilitar el acceso a productos y servicios financieros, incrementar los pagos digitales, fortalecer la infraestructura financiera, desarrollar competencias económico-financieras, proteger a los consumidores financieros e incluir a grupos marginados.
En conclusión, el capítulo resalta la importancia de integrar una estrategia digital para la inclusión financiera para asegurar el desarrollo económico y capitalizar en las oportunidades para México dentro de la economía digital global, subrayando el papel del Comité Técnico Nacional de Transformación y Economía Digital IMEF en impulsar estas iniciativas.