Guachochi, CHIH. Rancherías en el municipio de Guachochi están siendo asaltadas por grupos de civiles armados, quienes les roban su comida y les exigen que les preparen tortillas o se llevan lo que ya tienen hecho en las casas.
Familias rarámuri han reportado que, en el municipio de Guachochi, en los alrededores de Norogachi, hace alrededor de un mes llegaron decenas de hombres armados y vestidos de civiles.
Los sujetos, que se presumen son de alguna agrupación criminal, pero se desconoce de cuál, se han aprovechado de la ausencia de las familias indígenas, quienes se encuentran trabajando, y se apoderan de sus casas, de sus tierras, de sus animales.
Por otro lado, a las mujeres que se encuentran en sus casas, les arrebatan la comida que preparan para alimentar a sus hijas e hijos, y se llevan las tortillas que tengan.
Debido al miedo que esto ha ocasionado, muchas familias han decidido dejar de cocinar como habitualmente lo hacen, por temor a que los hombres armados lleguen y les hagan algo, además de robarles la comida.
Personas afectadas han reportado que las familias tienen ya días que no han podido comer bien por esta situación y que incluso, se han tenido que ir de sus casas y esconderse en el monte, en donde pasan el día con la esperanza de evitar los peligros y huir del riesgo que estos sujetos suponen.
Mujeres, niñas y niños viven atemorizados desde que estas personas llegaron al lugar, donde se presume que tienen un campamento, además de las casas que han tomado.
El solo hecho de verlo armados y robando sus comidas, sus casas, atemoriza a las familias indígenas de la región, quienes viven con el temor que los despojen de algo más que de comida y que les hagan algún daño.
La denuncia de estos hechos se ha hecho de manera anónima pues las personas que narran la situación se encuentran atemorizadas y dar sus datos o poner una denuncia formal supone un gran riesgo.
Es por eso que, a través de esta denuncia pública, se hace un llamado a las autoridades correspondientes de los tres niveles de gobierno para que realicen rondines por los caminos y carreteras en los alrededores de Norogachi, para que, como se ha demostrado en otras ocasiones en comunicados y notas de prensa, se destruyan los campamentos y se pacifique la zona en beneficio y protección de las familias de la región.