Oslo. La organización japonesa Nihon Hidankyo, que agrupa a los supervivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, fue galardonada este 11 de octubre con el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a sus esfuerzos por un mundo sin armas nucleares.

La decisión fue anunciada por el presidente del Comité Nobel noruego, Jorgen Watne Frydnes, quien destacó que los testimonios de los hibakusha han sido fundamentales para recordar al mundo la devastación causada por las armas nucleares y la urgente necesidad de evitar su uso en el futuro.

Nihon Hidankyo ha demostrado, mediante sus testimonios, que las armas nucleares no deben volver a utilizarse nunca más”, declaró Frydnes durante el anuncio. El premio a la organización, fundada en 1956, se centró en sus más de seis décadas de activismo a favor del desarme nuclear, en una época donde la tensión y las amenazas nucleares han cobrado renovada relevancia.

Toshiyuki Mimaki, copresidente de Nihon Hidankyo, expresó su sorpresa y emoción al recibir la noticia. “Nunca soñé que esto podría suceder”, afirmó Mimaki en una rueda de prensa realizada en Tokio. El activista hizo un llamado a los líderes del mundo a reflexionar sobre los peligros de las armas nucleares, señalando la alarmante situación que enfrenta Gaza, donde, según él, los padres ven morir a sus hijos como sucedió en Japón hace 80 años tras los bombardeos atómicos.

Es como en Japón hace 80 años. Se ha dicho que gracias a las armas nucleares, el mundo mantiene la paz, pero estas pueden ser utilizadas por terroristas o por Estados en conflictos actuales, como Rusia contra Ucrania, o Israel contra Gaza. Los políticos deberían saber esas cosas”, insistió Mimaki.

La entrega del premio llega en un contexto de creciente preocupación por la amenaza nuclear en varias regiones del mundo. Frydnes calificó de “alarmante” la presión a la que está sometido el “veto sobre el uso de armas nucleares”, implementado tras las explosiones en Hiroshima y Nagasaki en 1945.

El Comité Nobel subrayó la importancia de defender el veto nuclear, indicando que todos los países, y en especial las potencias nucleares, tienen la responsabilidad de preservar la paz. La amenaza actual proviene no solo de Rusia, que ha recurrido repetidamente a la retórica nuclear durante su invasión de Ucrania, sino también de Corea del Norte e Irán, que ha sido señalado por buscar dotarse de armas nucleares, algo que Teherán niega.

El secretario general de la ONU, António Guterres, y otras personalidades destacadas han pedido la eliminación completa de las armas nucleares. Guterres calificó estos artefactos como instrumentos de muerte, mientras que el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, los describió como el mal absoluto.

El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, se unió a las felicitaciones, señalando que el galardón a Nihon Hidankyo es sumamente significativo en un contexto global donde las tensiones nucleares siguen presentes. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, también resaltó el mensaje poderoso que representa este reconocimiento, afirmando que el espectro de Hiroshima y Nagasaki todavía se cierne sobre la humanidad.

Un mensaje para las futuras generaciones

A casi 80 años de los bombardeos atómicos, que cobraron la vida de cerca de 120 mil personas de forma inmediata en Hiroshima y Nagasaki, los sobrevivientes continúan siendo un recordatorio viviente del horror de las armas nucleares. Nihon Hidankyo, a través de su activismo, ha mantenido viva la memoria de las víctimas, luchando por la prohibición total de este tipo de armamento.

Jorgen Watne Frydnes, al anunciar el premio, advirtió que las armas nucleares actuales poseen un poder destructivo mucho mayor que las de 1945, señalando que una guerra nuclear sería devastadora para la civilización. “Una guerra nuclear destruiría nuestra civilización”, sentenció.

En la actualidad, se estima que hay más de 12 mil ojivas nucleares en el mundo, distribuidas entre nueve países: Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel, este último de forma no oficial.

Un reconocimiento histórico

El Premio Nobel de la Paz ha sido entregado en varias ocasiones a activistas y organizaciones comprometidas con el desarme nuclear. Figuras como el disidente soviético Andréi Sájarov en 1975 y la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear en 1985 han sido reconocidas por su trabajo en esta causa. Más recientemente, en 2017, la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) fue galardonada, organización que calificó el premio a Nihon Hidankyo como “muy merecido”.

La entrega del Nobel de la Paz 2024 se llevará a cabo el 10 de diciembre en Oslo, en conmemoración de la muerte de Alfred Nobel, creador del premio. La ceremonia incluirá la entrega de una medalla de oro, un diploma y un cheque de un millón de dólares.

Con este reconocimiento, Nihon Hidankyo continúa la tradición de lucha por un mundo libre de armas nucleares, un ideal que sigue siendo relevante en un mundo donde las amenazas de destrucción masiva persisten.

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