CDMX. Decenas de trabajadores de limpieza en el Senado de la República enfrentan condiciones laborales precarias y denuncian despidos injustificados, maltrato y abuso bajo un esquema de subcontratación. Aunque más de 200 personas realizan labores de limpieza en oficinas, pasillos y baños de la sede legislativa, no son empleados directos del Senado, sino de la empresa Fonatur Infraestructura S.A. de C.V., que recibió un contrato por más de 83.5 millones de pesos.
Las trabajadoras, que prefieren el anonimato por temor a represalias, detallan que la subcontratación las deja sin derechos laborales plenos y facilita acoso laboral y despidos arbitrarios. Hasta hace unos años, sus contratos eran anuales, pero en 2018 empezaron a recibir contratos por tres, dos o incluso un mes. “Si te portabas bien te daban tu contrato por tres meses y si te portabas mal te daban tu contrato por un mes”, comenta una de las trabajadoras, explicando que portarse mal puede ser faltar al trabajo o acudir al Seguro Social.
Desde el inicio de la actual Legislatura, aproximadamente 30 trabajadores han sido despedidos en el Senado, entre ellos Nancy Jiménez Santiago, quien tras 28 meses de trabajo fue cesada bajo el argumento de “acumulación de incidencias”. Jiménez, quien padece hipotiroidismo, relata que sufrió acoso laboral debido a su condición y complexión, y que su supervisor le negó una liquidación, obligándola a acudir a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) para recibir su indemnización.
La incertidumbre sobre la renovación de contratos, señalan, es común, y los despidos afectan a empleados próximos a la jubilación. “Todos han entrado derechitos y hoy los ves con bastón, enfermos. Es injusto que nos quiten la fuente de trabajo”, comenta una trabajadora, quien agrega que la situación les deja en una posición de indefensión.
El salario de estos trabajadores es de 7,467.98 pesos mensuales, con un complemento de mil pesos en vales de despensa. Esto contrasta marcadamente con los ingresos de los 128 senadores, quienes reciben sueldos y prestaciones sustancialmente superiores.
La legisladora Carolina Viggiano, del PRI, señaló la incongruencia entre el discurso del gobierno federal contra el outsourcing y la permanencia de este esquema en el Senado. “No hay congruencia del oficialismo cuando aquí en el Senado las trabajadoras son de outsourcing”, sostuvo Viggiano, quien denunció que la precarización afecta principalmente al personal de limpieza, a quienes se les negó un descanso obligatorio el 2 de octubre, obligándoles a reponerlo en fin de semana.
La problemática del outsourcing en el Senado no es nueva. En 2019, la muerte de una trabajadora de limpieza en el recinto desató un debate sobre las condiciones laborales de este personal. En 2020, la Cámara de Diputados eliminó la subcontratación de su personal de limpieza gracias a la intervención de Gerardo Fernández Noroña, actual presidente de la Mesa Directiva del Senado. Algunas trabajadoras despedidas recurrieron a Fernández Noroña, esperando que pueda intervenir de la misma forma en el Senado; sin embargo, el proceso se ha visto detenido debido a la falta de información detallada sobre los empleados subcontratados, la cual sólo posee la empresa.
Las trabajadoras señalan que no tienen claridad sobre si el Senado o Fonatur Infraestructura S.A. de C.V. es responsable de los despidos, pues cada entidad se deslinda de la situación. “Uno y otro se echa la bolita: en Fonatur nos dicen que el Senado es el que manda todos estos despidos y el Senado dice que ellos no tienen nada que ver con nosotros porque ya pagaron todo el año”, afirmó una trabajadora.
Con reformas recientes en materia laboral y la eliminación de la subcontratación en diversas dependencias públicas, los trabajadores subcontratados en el Senado temen que su situación quede sin cambios.
Con información de Más Información.