CDMX. Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, la razón de mortalidad materna mostró un preocupante incremento. En 2018, murieron 35 mujeres por cada 100 mil nacimientos; en 2020, la cifra aumentó a 55, y en 2021 subió a 59. Para 2022, la razón se ubicó en 38.21 muertes por cada 100 mil nacimientos. Este aumento hizo retroceder a México 22 años en esta estadística, volviendo a niveles similares a los de 2002, cuando la razón fue de 54.58.
Paralelamente, la atención a mujeres embarazadas en los hospitales de la Secretaría de Salud disminuyó significativamente. Entre 2018 y 2022, se registró una baja del 37% en las consultas prenatales, pasando de 4 millones 989 mil en 2018 a 3 millones 131 mil en 2022. La disminución en las consultas subsecuentes fue aún más pronunciada, bajando de 3.8 millones en 2018 a 2.3 millones en 2022, una caída del 38%. Además, las consultas por primera vez en el tercer trimestre de gestación disminuyeron en un 33%, en el segundo trimestre en un 32% y en el primer trimestre en un 31%. La información fue publicada por la agencia Animal Político.
Las entidades federativas del norte del país fueron las más afectadas. Sinaloa, por ejemplo, pasó de 94 mil consultas prenatales en 2018 a solo 18 mil 906 en 2022, una disminución del 398%. Sonora también mostró una baja significativa, de 99 mil consultas en 2018 a 22 mil en 2022, lo que representa una disminución del 347%. Zacatecas, Quintana Roo y Guerrero también experimentaron caídas del 168%, 162% y 101%, respectivamente.
La disminución de partos atendidos también fue alarmante. En 2018, se atendieron 835 mil 947 partos, mientras que en 2022 la cifra cayó a 238 mil 443, una baja del 71%. Estas estadísticas corresponden a la población sin seguridad social, que depende de la atención en centros de salud y hospitales financiados por el gobierno federal. El Seguro Popular, que financiaba estos servicios desde 2004, fue sustituido por el Insabi en 2019.
El presidente López Obrador había prometido que el Insabi aseguraría la gratuidad de medicinas y atención para toda la población. Sin embargo, en 2021, el 90% de los recursos previstos para el Insabi, equivalentes a 95 mil millones de pesos, fueron devueltos a la Secretaría de Hacienda, y solo el 10% se aplicó a los servicios de salud. Este subfinanciamiento resultó en una falta de insumos para el personal médico, quienes denunciaron permanentemente la falta de recursos necesarios para atender a sus pacientes. Los usuarios también reportaron falta de atención y desabasto de medicamentos, como documentó Animal Político en su investigación «No fuimos Dinamarca».
A pesar de las reiteradas promesas del presidente López Obrador de que México tendría un sistema de salud similar al de Dinamarca, el 10 de julio, tres meses antes de concluir su administración, reconoció que el Insabi “no funcionó”. La atención a mujeres embarazadas disminuyó significativamente durante su gobierno, evidenciando un grave retroceso en la salud pública del país.
Con información de Más Información.