CDMX. La diabetes sigue en aumento en México y, según estudios recientes, su crecimiento está estrechamente ligado al alto consumo de bebidas azucaradas.
De acuerdo con la organización El Poder del Consumidor, basada en un estudio publicado en la revista Nature Medicine, el consumo de estas bebidas fue responsable de una tercera parte de los nuevos casos de diabetes en el país en 2020.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) reflejan una tendencia alarmante: en el año 2000, 5.3 millones de personas vivían con diabetes en México; para 2022, la cifra casi se triplicó, alcanzando los 14.6 millones de casos. Esta crisis de salud pública representa una fuerte carga económica para el país, pues el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) destina anualmente 50 mil millones de pesos a tratamientos y complicaciones derivadas de la enfermedad.
México es uno de los mayores consumidores de bebidas azucaradas a nivel mundial, con un promedio anual de 163 litros por persona. Según El Poder del Consumidor, estas bebidas son uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiometabólicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, incluso sin la presencia de obesidad.
Un análisis de Nature Medicine en 184 países reveló que, entre 1990 y 2020, México registró 2.7 millones de nuevos casos de diabetes atribuibles al consumo de bebidas azucaradas, superando a países como Colombia (1.9 millones) y Sudáfrica (1.2 millones). Además, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial y el primero en América Latina en muertes relacionadas con esta causa.
Jorge Vargas, investigador de El Poder del Consumidor, advirtió que el país enfrenta una crisis de salud pública que requiere acciones urgentes, y señaló que regular el acceso y reducir el consumo de bebidas azucaradas es clave para prevenir millones de nuevos casos y aliviar la carga en el sistema de salud.
Entre las estrategias sugeridas por la organización para enfrentar el problema se encuentran: declarar a las bebidas azucaradas como producto de riesgo; restringir su venta en las escuelas; prohibir su adquisición a través de compras gubernamentales; regular su publicidad dirigida a la infancia y adolescencia; detener las campañas millonarias de las marcas y su patrocinio en eventos dirigidos a niños, familias y el ámbito deportivo, e incrementar el impuesto a las bebidas azucaradas al menos en un 20%, como se ha recomendado a nivel internacional.
Enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes y las afecciones cardiovasculares, podrían prevenirse mediante políticas públicas enfocadas en fomentar una alimentación saludable y equilibrada. Especialistas advierten que, sin medidas concretas, la epidemia de diabetes en México continuará agravándose en los próximos años.
Con información de Más Información.