CDMX. Pese a la caída en asesinatos de periodistas en 2023, México cerró el año con un aumento en las agresiones contra comunicadores, la mayoría ligadas al contexto electoral, lo que augura un 2024 “sumamente violento”, advirtió este miércoles Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19.
En una entrevista con EFE, Maldonado expuso que México, que tuvo cinco asesinatos de comunicadores en 2023 frente a los 13 de 2023, sigue teniendo números muy altos en agresiones y homicidios de periodistas, “pues sigue siendo el más letal a nivel de las Américas y uno de los más letales a nivel mundial” para los comunicadores.
“Lo que vemos con preocupación es un cierre de año en donde se comenzaron a potenciar agresiones más violentas”, expresó el director de la organización defensora de la libertad de prensa.
Detalló que, por ejemplo, ya en periodo electoral, uno de los cinco asesinatos de periodistas documentados por la organización ocurrió en Ciudad Juárez, además del secuestro masivo de tres periodistas en Taxco, y el intento de asesinato de cuatro en Chilpancingo, entre otros ataques.
“Son agresiones en donde queda claro que el crimen organizado trata de mandar un mensaje y esto no puede sino enmarcarse en este contexto de disputa política que tiene que ver con las elecciones, entonces pinta para ser un proceso electoral 2024 sumamente violento”, señaló.
Refirió que, además, en el último año, se ha visto una agudización en las campañas de estigmatización y desprestigio hacia los comunicadores por parte de actores políticos locales, quienes han replicado el discurso “virulento” del presidente, Andrés Manuel López Obrador, contra la prensa.
“Hay en realidad una clase política sumamente intolerante a la crítica y lo que ha hecho el presidente es aguijonear esa intolerancia, que ya de por sí estaba en los partidos políticos, y la ha exacerbado, y eso coloca en una situación aún de mayor vulnerabilidad a la prensa y por eso tenemos este récord de violencia, física y psicológica”, explicó.
Además, dijo, la crisis en México no solo son asesinatos, sino también desapariciones de periodistas, lo que revela la impunidad de estos delitos y la vulnerabilidad del gremio en el país.
“En ningún país del mundo hay 34 periodistas desaparecidos como los que hay en México del 2000 a la fecha. Es una cifra espeluznante. Y ya nadie los busca, eso es un hecho: no los buscan las autoridades, las familias, porque tienen miedo”, dijo Maldonado.
Violencia durante las elecciones en México
Asimismo, externó la preocupación de la organización para este 2024, cuando habrá elecciones presidenciales, de nueve gobiernos estatales y puestos en el Congreso, pues advirtió de un año muy letal para la prensa.
“En el 2018 documentamos 185 agresiones en contextos solamente electorales, pero ahí también incide la disputa territorial y de poder entre los actores políticos y la reconfiguración de los pactos criminales y eso no es propiamente cobertura electoral, pero cambia la dinámica de la violencia contra la prensa”, ahondó.
“Entonces sí se antoja un periodo sumamente difícil, adverso a la cobertura periodística al que hay que sumar un discurso virulento y de estigmatización a la prensa. Es un panorama complicado”, concluyó.
Del 2000 a la fecha en México, considerado el país sin guerra más peligroso para la prensa, 163 periodistas han sido asesinados en relación con su trabajo y 34 más están desaparecidos, según datos de la organización Artículo 19.

ATAQUES A PERIODISTAS NO SÓLO SON POR CRIMINALES
El crimen organizado, servidores públicos y algunos actores privados conforman la tríada de responsables de los 17 asesinatos y tres desapariciones de periodistas entre 2010 y 2016 en Veracruz, uno de los estados con más violencia contra la prensa, según un informe presentado este miércoles por la organización Artículo 19.
La investigación ‘Veracruz de los silencios’ analizó la entidad en ese periodo, cuando el gobernador era Javier Duarte, ahora preso por corrupción y desaparición forzada, porque fue el lapso donde México tuvo a más periodistas asesinados en el mundo.
“Y en Veracruz, en menos de 6 años, se asesinaron a 17 periodistas y se desaparecieron a tres, por eso es el estado que tuvo la etapa más oscura en ese periodo”, señaló en una conferencia de prensa la periodista Paula Mónaco, quien participó en la investigación.
Este reporte, que se realizó con base en entrevistas, documentos y solicitudes de transparencia, encontró coincidencias entre los casos, en particular una tríada de ejecutores de los crímenes: el crimen organizado, el sector público y el sector privado, según su autora, Eloísa Quintero.
“Siempre está presente un responsable del crimen organizado, pero también hay actores y autores, esa es la diferencia en el sector público y el sector privado, tuvimos una mirada macro criminal”, expuso.
Las conclusiones se basan en más de 350 fuentes documentales y más de 30 fuentes vivas, aunque Quintero reconoció que “hay un gran silencio” en algunas fuentes, especialmente en las que provienen del Gobierno y de los mismos medios de comunicación.
Diversas coincidencias
La investigación estudió por separado tres momentos: la desaparición de periodistas, su muerte y, por último, el del hallazgo de cuerpos y restos.
Encontró que en el 65 % de los casos los periodistas desaparecieron en la vía pública, mientras que 75 % tenían amenazas recientes, además de que todas las desapariciones ocurrieron por una agresión grupal tipo comando.
Además, un 88 % de los cuerpos se expusieron en la calle.
“Esto tiene una representación importante porque habla de la comunicación del acto de agresión y esa comunicación que querían dar los agresores”, explicó Quintero.
Aunado a ello, encontraron que en todos los casos había indicios de tortura y que cuando los desaparecieron no pudieron encontrar equipo de trabajo como sus cámaras, computadoras, celulares o cuadernos.
“Había una intención en esos actos que se generaron previos a la muerte para tratar de obtener información o acallar la información”, señaló.
En total, cinco ciudades veracruzanas concentraron el mayor número de asesinatos y desapariciones: Boca del Río, Xalapa, Poza Rica, Tierra Blanca y Veracruz.
También encontraron que en 15 de los 20 casos detuvieron a presuntos responsables, pero 11 afirmaron que confesaron por tortura.
Enfoque macro criminal
Mónaco explicó que el enfoque “macro criminal” permitió analizar el rol del sector privado, específicamente las empresas de medios.
“Algunos de los entrevistados nos aseguraban que la violencia empezó en las redacciones”, aseveró.
El análisis arrojó que los dueños, accionistas y administradores de esos medios eran diputados, alcaldes, o políticos o empresarios que tenían alianzas con algunos sectores políticos.
Con información de Más Información.