Después de encubrir por décadas crímenes sexuales contra niños por parte de sacerdotes, la Iglesia católica trae el tema al centro del cónclave para sustituir al papa Francisco.

Los cardenales ahora lo ponen entre los principales desafíos del sustituto del primer Papa latinoamericano, que comienza a escogerse a puerta cerrada en la Capilla Sixtina el 7 de mayo.

El Vaticano informó en un comunicado que “la evangelización, la relación con otras religiones y el tema del abuso” destacan entre los temas más urgentes de la Iglesia católica.

«La Iglesia en todo el mundo, a través de sus parroquias, escuelas, hospitales y orfanatos, cuida de decenas de millones de niños. La obligación más sagrada del próximo Papa debe ser protegerlos del abuso. Su seguridad está en juego, al igual que la autoridad moral de la Iglesia”, dijo Anne Barrett Doyle, codirectora de la ONG estadunidense Bishop Accountability, que documenta la violencia clerical.

Francisco asumió el poder en 2013, cuando la Iglesia trastabillaba para responder a una avalancha de revelaciones y muchos católicos estaban horrorizados.

En 2019, se movilizó para realizar cambios duraderos en la forma en que la Iglesia manejaba el abuso. Eliminó el secreto pontificio sobre las agresiones sexuales a menores.

Las denuncias, testimonios y documentos de los juicios internos en la Iglesia pueden entregarse ahora a la justicia civil, aunque no hay ninguna obligación. Las víctimas pueden acceder a su expediente y a la sentencia.

Con el texto Vos Estis Lux Mundi (Ustedes son la luz del mundo), el jesuita argentino hizo también obligatorio comunicar en la Iglesia cualquier sospecha de agresión sexual o de acoso, y cualquier intento de ocultación por parte de la jerarquía.

«Lo que necesitamos del próximo Papa es que revele los nombres de los miles de sacerdotes declarados culpables hasta la fecha”, dijo Barrett Doyle y que “promulgue una ley universal de la Iglesia que los retire permanentemente del ministerio

Los abusos sexuales a monjas por parte de sacerdotes son también cada vez menos un tabú dentro de la Iglesia católica y por ello hay más denuncias.

Francisco abrió “una primera puerta” para que las religiosas hablaran, en una cumbre inédita sobre violencia sexual en 2019.

En enero, el propio Francisco hizo un llamado para que la Iglesia “supere” la “mentalidad machista”, insistiendo en que las monjas no deben ser tratadas “como sirvientas”.

Es el legado de una visión “piramidal” y “machista”, apunta Marta Gadaleta, secretaria general de las Agustinas Siervas de Jesús y María.

Activistas contra la violencia sexual en la Iglesia católica pusieron en duda que dos cardenales con posibilidades de convertirse en el próximo Papa, Pietro Parolin y Luis Antonio Tagle, atacarían el flagelo para proteger a los niños de futuros abusos.

«Ningún funcionario de la Iglesia en el mundo ha retenido tantos documentos sobre abusos a las autoridades civiles como el cardenal Pietro Parolin”, aseguró Barrett Doyle, en una conferencia de prensa justo afuera de los muros del Vaticano.

La activista señaló además que Tagle fue arzobispo en Manila durante la “edad oscura” del abuso sexual. Esa arquidiócesis ni siquiera ha publicado las pautas para tratar los casos de abuso.

«No importa lo amable que sea un hombre que se convierta en Papa, no creo que la Iglesia esté lista para cambiar la página sobre el abuso sexual infantil”, opinó Barrett. “Los últimos tres Papas lo han encubierto. No podemos permitirnos un cuarto”. añadió.

Con información de Excelsior.