CDMX. La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó establecer una mesa de negociación con el empresario Ricardo Salinas Pliego para discutir el adeudo millonario en impuestos de sus empresas.

La mandataria afirmó que la ley no está sujeta a acuerdos particulares y que aseguró que los tiempos de negociaciones “en lo oscurito” ya son cosa del pasado, aunque no cerró la puerta al diálogo técnico dentro del marco legal.

La postura fue fijada luego de que Salinas Pliego publicara un mensaje en la red social X, en el que propuso instalar una mesa para “encontrar soluciones” en torno al litigio fiscal que enfrenta con el Servicio de Administración Tributaria (SAT). En su publicación, el empresario argumentó que entre él y la presidenta existen “profundos desacuerdos” que no cambiarán, y acusó tanto a la administración actual como a la de Andrés Manuel López Obrador de dedicar “muchísimo tiempo” a calumniarlo desde Palacio Nacional.

En respuesta, Sheinbaum recalcó que no hay espacio para negociaciones por fuera del marco legal. Señaló que ya han existido mesas técnicas con Grupo Salinas y reiteró que la empresa tiene derecho a lo que tiene derecho cualquier deudor en caso de que pague. Explicó que, en estos procesos, cuando la autoridad fiscal detecta adeudos, el contribuyente tiene la posibilidad de impugnar o presentar reclamos conforme a lo establecido en el Código Fiscal y la Constitución.

La mandataria federal también hizo referencia al régimen de consolidación fiscal que estuvo vigente hasta 2013, mecanismo que –dijo– era utilizado para reducir de forma significativa el pago de impuestos. Consideró importante que la ciudadanía conozca cómo operaban estos esquemas y qué herramientas legales permitían a grandes corporativos descontar multas, recargos e incluso evadir responsabilidades fiscales.

La controversia tiene su origen en una reforma fiscal impulsada hace más de una década. De acuerdo con Animal Político, la procuradora Fiscal de la Federación, Grisel Galeano, explicó que el caso contra Grupo Salinas comenzó a raíz de la suspensión del régimen de consolidación fiscal en 2013. En ese momento, la ley requería que las empresas hicieran un “corte de caja” para regularizar los adeudos que se habían generado en años anteriores. En el caso específico de Grupo Salinas, se acumularon ejercicios fiscales sin pagar correspondientes a 2008, 2010, 2011 y 2012.

Galeano afirmó que, pese a la desaparición de ese régimen especial, el conglomerado empresarial no devolvió los beneficios fiscales obtenidos ni realizó el proceso de aclaración ante el SAT para justificar el uso de dicho esquema. Esta omisión, agregó, ha persistido durante más de 16 años. La funcionaria explicó que a partir de 2018, en al menos dos instancias judiciales, los tribunales han dado la razón al SAT al reconocer la legalidad del crédito fiscal originalmente estimado en 24 mil 968 millones de pesos.

El monto del adeudo ha sido tema de debate público, pues el gobierno federal ha exhibido que los pasivos fiscales de Grupo Salinas ascienden a más de 74 mil millones de pesos. El empresario, por su parte, sostiene que se trata de “cobros dobles” e insiste en que está dispuesto a pagar lo que considera justo, siempre y cuando haya un proceso transparente y de diálogo. No obstante, para la presidenta Sheinbaum la ruta es clara: el pago de impuestos no está sujeto a negociaciones personales ni a tratos diferenciados. “La ley no se negocia”, reiteró, en un mensaje que envía una señal de firmeza en medio de uno de los litigios fiscales más emblemáticos del sexenio.

Con información de Más información.