Chihuahua, CHIH. En el marco de las Jornadas de Memoria que realizamos cada año el 9 y 10 de mayo, desde el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) hacemos un llamado a la sociedad, a los medios de comunicación, a la comunidad internacional y al Estado mexicano a reconocer la dimensión de las desapariciones en nuestro país y a sumarse a las acciones necesarias para enfrentarla con verdad, justicia y humanidad.

Nuestros desaparecidos no son cifras. Son historias interrumpidas. Y exigimos que esas historias no queden sin cierre. En todo el país enfrentamos instituciones debilitadas: fiscalías sin recursos, laboratorios vacíos, fosas comunes llenas de cuerpos sin identificar y miles de fosas clandestinas y campos de exterminio con fragmentos óseos incuantificables. Urge una política pública desde el más alto nivel, con voluntad y presupuesto reales, que se traduzca en acciones efectivas. Porque una política sin recursos ni compromiso es también, otra forma de desaparecer.

La persistencia de la violencia y las desapariciones en México –que no cesa desde hace décadas– hace necesario que los enfoques para combatir este problema cambien. Necesitamos un enfoque de macrocriminalidad en el que se reconozcan las causas y los vínculos delincuenciales en los diversos territorios. Se trata de actuar en consecuencia y en conjunto para poder lograr una paz duradera.

Reconocemos la apertura y escucha para recibir de las familias propuestas después de un sexenio en el que nuestras voces fueron ignoradas y nuestras demandas neutralizadas. Valoramos que se haya dado paso a un proceso de escucha activa, donde se ha puesto sobre la mesa la vivencia dolorosa de las desapariciones, la frustración ante lo que no ha funcionado, la urgencia de los cambios estructurales y la necesidad de respuestas institucionales efectivas en sentido opuesto al desmantelamiento de mecanismos e instituciones que logramos juntos.

Durante estos encuentros, las familias hemos presentado propuestas claras y viables para la creación de un Programa Nacional Integral sobre Desapariciones, que no solo atienda la magnitud de esta crisis humanitaria, sino que fortalezca el andamiaje institucional, asuma responsabilidades de Estado y establezca mecanismos de protección para quienes buscamos, así como estrategias reales de prevención de la desaparición de personas.

Subrayamos que la participación activa y vinculante de las familias en los procesos de reforma legal y en construcción de políticas públicas es indispensable. Cualquier transformación profunda debe contar con nuestra experiencia, conocimiento territorial y visión desde la búsqueda.

Reconocemos este primer paso como un signo de esperanza. Sin embargo, reiteramos que el verdadero compromiso se medirá en la acción concreta, en la voluntad política sostenida y en el cumplimiento de las obligaciones del Estado en materia de verdad, justicia, memoria, reparación y garantías de no repetición.

Es crucial retomar y fortalecer una estrategia efectiva de comunicación, articulación y cooperación entre las instituciones federales, estatales y municipales, que permitan una atención integral sin fragmentación ni duplicidad de esfuerzos.

Exhortamos al Estado mexicano a profundizar su apertura a la colaboración internacional. Que escuche y dialogue de buena fe con los organismos como el Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas (CED) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Durante años, los organismos internacionales nos han acompañado en nuestro camino de lucha y esperanza. Sus recomendaciones deben ser tomadas con seriedad: son una guía técnica, ética y política que es una contribución para salir de esta tragedia y construir un futuro con paz y democracia en el que las personas no desaparezcan por ningún motivo.

A la sociedad le pedimos: No mires hacia otro lado. El silencio también desaparece. La indiferencia social abandona. Por ello, las familias del MNDM agradecemos la solidaridad y la visibilidad que ha dado la sociedad a este problema tan grande durante estos meses, especialmente a raíz de los hallazgos en Jalisco. Nos hemos sentido abrazadas y creemos que es un momento de confluir y trabajar conjuntamente para dejar esta crisis atroz atrás.

Hoy seguimos buscando. Buscamos para que nadie más tenga que buscar a las personas que ama. Sin embargo, las familias vamos a continuar nuestra lucha, buscando a todas las personas que faltan hoy en sus casas y que no pueden abrazar a sus madres y familias en un día tan significativo como el día de las madres.