CDMX. La medida, que afecta una franja de 18 metros de ancho en los estados de California, Nuevo México y Arizona, ha generado inquietud en México, donde se teme por posibles violaciones a la soberanía nacional. La presidenta confirmó que se ha enviado una nota diplomática a Estados Unidos para solicitar respeto a la línea fronteriza y mantener la colaboración bilateral en materia de seguridad.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum afirmó que ya se han tomado acciones para asegurar que las tropas estadounidenses no crucen a territorio mexicano. “Hay diálogo” con el Gobierno de Estados Unidos, afirmó la mandataria, y añadió que también se envió una nota diplomática en la que se pidió expresamente a Washington que no traspasara la frontera y que siguiera habiendo la misma colaboración que ha habido hasta ahora en materia de seguridad.

Al ser cuestionada sobre las intenciones detrás del despliegue, Sheinbaum sostuvo que la decisión fue tomada de forma unilateral por Estados Unidos. “De ellos, autónoma, en su propio territorio. No sabemos si es para seguir construyendo el muro o cuál sea el objetivo, pero de todas maneras nosotros lo que pedimos siempre es respeto y coordinación”, señaló. La presidenta enfatizó que la postura de México se basa en el principio de soberanía y cooperación mutua.

El martes por la noche, Fox News difundió una entrevista grabada el lunes con Trump, en la que el presidente estadounidense expuso sus razones para militarizar la frontera. En ella, afirmó: “México tiene, creo, mucho, mucho miedo de los carteles”.

Trump, quien ha calificado a las organizaciones criminales mexicanas como terroristas, responsabilizó a estos grupos del tráfico de fentanilo y de personas hacia territorio estadounidense. También condicionó la relación bilateral a que México actúe con contundencia contra dichos grupos.

En Estados Unidos, la orden presidencial también ha generado controversia. Diversas voces críticas han señalado que el despliegue podría violar la Ley Posse Comitatus, la cual impide el uso del Ejército y la Fuerza Aérea para labores de orden público sin autorización expresa del Congreso o la Constitución.

Se espera que organizaciones de derechos humanos presenten impugnaciones legales contra la medida. No obstante, la Casa Blanca defendió la decisión en un comunicado el martes, argumentando que “nuestra frontera sur está bajo ataque de una variedad de amenazas”.

Durante su entrevista, Trump reiteró su visión sobre la situación de seguridad en México. “De hecho, creo que los carteles controlan grandes zonas de México. Y no quiero decir eso, porque me llevo muy bien con la presidenta”, declaró.

A pesar de sus críticas, el mandatario expresó tener una relación positiva con Sheinbaum: “Conmigo, la nueva presidenta, que es una mujer muy buena, tengo que decir que la relación es muy buena, y queremos ayudarla, y queremos ayudar a México, porque no se puede gobernar un país así”.

El terreno destinado al despliegue militar es conocido como la Reserva Roosevelt, una franja que hasta ahora estaba bajo la administración del Departamento de Interior y que será transferida al Departamento de Defensa. En su primer mandato presidencial, Trump ya había cedido parte de esta reserva al Ejército. En esta ocasión, el área es considerablemente mayor: 110,000 acres, equivalentes a más de 44,000 hectáreas. La Reserva fue establecida en 1907 por el presidente Theodore Roosevelt con el propósito de reforzar la seguridad fronteriza.

Trump volvió a mencionar el muro fronterizo, tema recurrente en su discurso. Aunque no ha logrado completar una barrera física de concreto, sí ha implementado diversas medidas legales y políticas en territorio estadounidense y ha ejercido presión sobre México para contener los flujos migratorios. “Ya sabes, los muros funcionan”, afirmó durante su entrevista. Como parte de su política migratoria, Sheinbaum desplegó a más de 10,000 efectivos de las fuerzas armadas mexicanas en la frontera norte, con el objetivo de frenar el tránsito irregular de personas y drogas hacia Estados Unidos.

A pesar de ese esfuerzo, Trump ha considerado que no es suficiente y ha decidido reforzar la vigilancia con tropas estadounidenses. La medida ha sido interpretada por el Gobierno mexicano como un acto que requiere vigilancia constante para evitar cualquier transgresión territorial. El Ejecutivo federal ha reiterado su compromiso con la soberanía nacional y ha buscado mantener abierta la vía diplomática para resolver cualquier diferendo derivado del despliegue.

El desarrollo de esta situación marcará un nuevo capítulo en la compleja relación bilateral entre ambos países. El Gobierno mexicano se encuentra evaluando los siguientes pasos para garantizar que se respeten los acuerdos de cooperación y los límites fronterizos. La respuesta institucional a esta situación se mantendrá bajo observación tanto en México como en Estados Unidos.

Con información de Más Información.