Chihuahua, CHIH. En riesgo, mujer intervenida a finales del mes de marzo, María Guadalupe López Cadena, ama de casa de 34 años de edad, fue ingresada al quirófano del Hospital General de Chihuahua «Dr. Salvador Zubirán» para ser operada de un tumor en la terminación del páncreas, sin imaginar que sería el comienzo de su calvario como paciente al ser víctima de una negligencia médica, según parece.

Tras la operación, María Guadalupe salió del nosocomio a recuperarse a su vivienda y reintegrarse -en la medida de lo posible- a su vida normal para atender a su esposo e hijos, sin embargo, las cosas no sucedieron como esperaba, pues no presentó mejoría ni el malestar disminuyó con la intervención quirúrgica aunque esperó a tener a cita con su médico familiar para ser revisada.

El 03 de abril, acudió a la cita con la radiografía que le sacaron tras la operación y aunque había notado algo extraño en la placa, no dijo nada por la confianza que tiene en los médicos que llevan su caso, pero todo cambió cuando su sospecha fue confirmada por un profesional: tenía objetos extraños en su cuerpo, producto de la operación.

«La volvieron a internar ese mismo día, luego la vuelven a operar para darse cuenta qué es lo que hay dentro y ahí se dan cuenta que eran gasas lo que le habían dejado dentro, es lo que le dijeron«, aseguró Paola López Cadena, hermana de la paciente afectada quien hace notar el peligro de muerte en el que se encuentra su hermana al encontrarse con la operación abierta para que supure lo que tiene dentro.

Tras la segunda operación, María Guadalupe no presenta mejoría y aunque está afiliada a MediChihuahua -servicio por el cual por intervenida-, le piden conseguir un catéter de determinada marca para iniciar con el tratamiento y lograr salvarla. Apenas lo consiguieron la noche de este domingo a través de préstamos, tarjetas de crédito y deudas que tardarán años en pagar.

A pesar de ya contar con el aparato que le dará una mejor calidad de vida, la radióloga no ha acudido a la cita con la afectada y el personal del Hospital se deslindó de esta visita, pues «no dependen de ellos y deberán esperarla para cuando ella pueda y proceder con el tratamiento«, aseguró Paola, mostrando su angustia ante la falta de profesionalismo y responsabilidad.

Al momento, no han tenido tiempo de pensar en denuncias o aclaraciones con los altos niveles de la Secretaría de Salud dado que se avocaron a juntar el dinero y conseguir el catéter que logre la recuperación y salida del hospital de la mujer, aunque la omisión de la responsabilidad les ha hecho pensar en alguna denuncia ante las instancias correspondientes o que al menos, se hagan responsables de los gastos extras que han tenido que realizar ante un error de ellos mismos.

María Guadalupe a ratos se encuentra consciente aunque la mayor parte del tiempo está sedada, en espera que vaya la radiología e inicie con el procedimiento para lograr la recuperación de la paciente a quién la esperan en casa, dos hijos menores, un esposo y un negocio de venta de productos diversos con el que apoya la economía familiar.