Apatzingán, Michoacán. Al menos 500 personas fueron desplazadas por la violencia del crimen organizado el pasado 15 de marzo en las comunidades de El Alcalde y El Guayabo, ubicadas en el municipio de Apatzingán, Michoacán.

De acuerdo con un reporte urgente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), otras mil personas permanecen atrapadas en las comunidades de El Mezquital, Guanajuatillo, Holanda y Los Laureles, donde grupos criminales impiden la entrada y salida de personas, así como el acceso de ayuda humanitaria.

Este nuevo episodio de desplazamiento forzado se produce en medio de una disputa territorial entre organizaciones delictivas. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) busca establecerse en la cabecera municipal de Apatzingán y comunidades aledañas, donde ya operan otros grupos como el Cártel de Tepalcatepec y Los Caballeros Templarios. En medio de esta confrontación, miles de ciudadanos quedan vulnerables y sin opciones de resguardo seguro.

Según ACNUR, el 16 de marzo un observatorio de derechos humanos de Apatzingán notificó a las autoridades que al menos 150 personas lograron escapar de las zonas afectadas y se desplazaron hacia la cabecera municipal o a comunidades cercanas. Algunos de los desplazados, en su mayoría jornaleros agrícolas provenientes de otros estados y sin redes de apoyo local, fueron acogidos en albergues del Sistema DIF.

Desde noviembre de 2024, la violencia en la región de Tierra Caliente y en las áreas colindantes con Colima y Jalisco ha ido en aumento, provocando el desplazamiento masivo de habitantes. En diciembre, cuatro elementos del Ejército mexicano murieron a causa de minas terrestres en Buenavista, Apatzingán y Cotija.

Además, en los meses posteriores, varios agricultores fueron heridos o asesinados también por explosivos. InSight Crime reportó que el 40% de los explosivos incautados en México en 2024 provienen de esta región, mientras que el 30% de las escuelas cerraron en enero de este año debido a la violencia.

Hasta la fecha, al menos 700 personas originarias de Michoacán han llegado a albergues en Tijuana, Baja California, en busca de asilo en Estados Unidos. “A Michoacán no podemos volver por el narco”, señalaron varias de ellas en entrevistas documentadas por el medio Animal Político. En otras zonas del estado, como Coahuayana, limítrofe con Colima, la población ha respondido a la violencia con la formación de grupos de autodefensas. Allí también se ha establecido una “colonia de la paz”, espacio destinado a recibir a personas desplazadas que huyen de la violencia generada por el crimen organizado en las comunidades vecinas.

Con información de Más Información.