Culiacán, Sinaloa. El incremento de la violencia en Sinaloa ha provocado una crisis alimentaria en varias comunidades rurales, donde la falta de seguridad ha limitado el acceso a productos básicos. Según el Banco de Alimentos de Culiacán, las solicitudes de apoyo alimentario han aumentado significativamente en los últimos tres meses, particularmente en sindicaturas de Culiacán, Navolato y Elota.

Daniel Tapia Sánchez, titular de la organización, informó que la crisis se debe al desabasto generado por la inseguridad, ya que los proveedores han restringido el acceso a estas zonas. Además, la falta de actividad económica y el desempleo han agravado la situación, dejando a miles de familias sin recursos para adquirir alimentos.

Ante la emergencia, el Banco de Alimentos implementó desde el 1 de octubre de 2024 una estrategia de atención de desastres enfocada en comunidades rurales. Hasta la fecha, han entregado más de 20 mil paquetes alimentarios a más de 10 mil familias.

En estos tres meses y medio, más de 10 mil familias han pedido apoyo. Es una cantidad bastante grande, estamos hablando de gente que ha perdido su trabajo en Culiacán y de comunidades rurales que necesitan ayuda”, explicó Tapia Sánchez.

El Banco de Alimentos busca atender a las familias afectadas de manera continua, pero su capacidad de respuesta depende de donaciones de la sociedad y empresas locales.

Pedimos a la sociedad que nos conozca, que investigue, que venga a ayudarnos. Se pueden sumar de muchas maneras: donando alimentos, tiempo como voluntarios o recursos económicos”, enfatizó Tapia Sánchez.

El directivo aseguró que la institución seguirá brindando respaldo a quienes lo necesiten y garantizó que los apoyos llegarán a las comunidades más vulnerables.

A pesar de la crisis de violencia en Sinaloa, el personal del Banco de Alimentos ha logrado distribuir la ayuda sin incidentes de seguridad. Tapia Sánchez destacó que no han requerido acompañamiento policial y que su labor ha sido respetada en las comunidades consideradas más conflictivas.

Afortunadamente, no hemos necesitado que nos acompañen las corporaciones policiacas. Nos han ofrecido apoyo, pero hemos decidido ir solos y se nos ha respetado completamente”, afirmó.

La crisis de inseguridad en Sinaloa comenzó el 9 de septiembre tras la captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, lo que desató enfrentamientos entre grupos del crimen organizado. Desde entonces, se han registrado al menos 835 homicidios y la desaparición de 952 personas, según cifras de la Fiscalía General del Estado recabadas por el diario Noroeste.

El aumento de la violencia es evidente en las cifras: antes de la crisis, el promedio era de 1.29 asesinatos diarios, mientras que ahora se han elevado a 5.4. Entre las víctimas colaterales se encuentran menores de edad como Gael y Alexander, de 12 y 9 años, quienes murieron en un ataque armado mientras viajaban con su padre, quien también falleció.

De acuerdo con registros periodísticos, solo en Culiacán se han contabilizado 19 víctimas colaterales, de las cuales 10 han perdido la vida.

Ante el incremento de la violencia, la población ha salido a las calles en al menos tres ocasiones para exigir el regreso de la paz y la renuncia del gobernador Rubén Rocha Moya. Sin embargo, el mandatario ha descartado dejar el cargo, argumentando que no hay razones para eso y que quienes han protestado no son una muestra estadística.

La crisis de seguridad sigue afectando a miles de sinaloenses, no solo con la pérdida de vidas humanas, sino también con el impacto económico y alimentario en las comunidades más vulnerables del estado.

Con información de Más Información.